La IA posee un vasto conocimiento y bots conversacionales —como Gemini, antes llamado Bard—, los cuales pueden dar respuestas rápidamente a cualquier consulta. En esa línea, aunque muchas personas crean que la mejor edad para gozar la vida está en la infancia o adolescencia, la inteligencia artificial refirió otra etapa etaria.
La mejor edad para disfrutar la vida, según Gemini: "En esta etapa, muchas personas experimentan una combinación única de factores que pueden contribuir a una mayor felicidad y satisfacción". Al realizarle la consulta, la respuesta que proporcionó resultó sorprendente.
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La IA explicó que la mejor edad para disfrutar de la vida es la de 40 años. Con esta elección, Gemini descartó los rangos etarios no solo de la infancia y la adolescencia, sino también de la juventud (20's y 30's) y la edad avanzada (60 en adelante).
La vida de una persona está marcada por sus distintas etapas de vida. Foto: Dall-e/ChatGPT
En ese sentido, la inteligencia artificial dio las siguientes razones por las que definió su decisión:
Asimismo, precisó que es importante recordar que la felicidad no depende de una sola edad. De acuerdo con el antes conocido Bard, cada etapa de la vida tiene sus propias ventajas y desafíos. "Lo importante es que aproveches al máximo cada momento y te centres en vivir una vida plena y significativa", indicó.
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Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, llamado ‘Harvard Study of Adult Development’, que ha seguido a lo largo de 8 décadas a más de 700 personas, la edad en la que las personas tienden a ser más felices es a partir de los 60 años.
Los investigadores encontraron que, a medida que las personas envejecen, experimentan un aumento en la calidad de sus relaciones sociales y desarrollan una mayor comprensión de sí mismas y del mundo que las rodea.
Esto les permite apreciar más las cosas simples de la vida y enfocarse en lo que realmente importa. Además, a partir de los 60 años, las personas suelen tener más tiempo libre para dedicarlo a actividades que les gustan y pasar tiempo con sus seres queridos.
En el marco de sus investigaciones, el tercer director del estudio, el psiquiatra Robert Waldinger, junto con el psicólogo Marc Schulz, ha llegado a la conclusión de que factores como la infancia, la disposición natural o el entorno en el que se crece no determinan el destino de una persona. Además, han destacado que la soledad tiene efectos perjudiciales y que estar rodeado de relaciones afectivas contribuye a la protección de la salud física y mental.