Los alimentos son la principal fuente de nutrición para nuestro cuerpo y mente. Así como existen algunos que son saludables para el funcionamiento del cuerpo, otros son perjudiciales. En esa línea, según un reciente estudio de la Universidad de Harvard, existen ciertos tipos de comida que pueden llegar a dañar nuestra memoria.
A continuación, te contamos cuáles son los alimentos que, según el informe de la psiquiatra nutricional Uma Naidoo, tienen una nociva repercusión en la memoria y la capacidad de concentración.
Las comidas que, según Naido, recomienda tratar de excluir en la dieta son los siguientes:
Los alimentos que han sido fritos en abundante aceita o van rebozados pueden provocar daños en el cerebro si se consumen de forma constante y excesiva. Lo mejor es utilizar el horno y evitar las grasas.
Los azúcares añadidos, así como los refinados, si se comen en demasía, pueden provocar un exceso de glucosa en el cuerpo. Esto en consecuencia generaría deficiencias en la memoria y una menor plasticidad en el hipocampo. Por ello, la experta en nutrición recomienda que, en reemplazo de estos insumos, se usen salsas caseras.
Los azúcares refinados son considerados alimentos que perjudican la salud en general. Foto: 65ymas.com
Los alimentos que más se deberían evitar son los aceites altamente procesados, derivados de la soja, maíz, semillas de colza y algodón, así como del girasol y cártamo. La razón principal para no consumirlos es que tienen altos índices de ácidos grasos omega-6. Unos buenos sustitutos pueden ser el aceite de aguacate, coco u oliva.
Aunque muchos consideran que el azúcar es el alimento más perjudicial para la salud, lo cierto es que los edulcorantes artificiales como la sacarina, la sucralosa o la estevia también lo son, e, incluso, afectan a la memoria. Estos carecen de valor nutricional y su consumo puede afectar el número de bacterias 'malas' que habitan en el estómago. Una mejor opción es la miel.
Los edulcorantes son utilizados para reemplazar el azúcar. Foto: The Dallas Morning News
Todos los alimentos procesados o ultraprocesados pasan por un acortamiento de los telómeros, es decir, los extremos de los cromosomas. Debido a que atraviesa este proceso, las células son afectadas hasta el punto que envejecen de forma no saludable.