Los alimentos enlatados, como la leche, el atún o las conservas, se han convertido en el producto ideal que toda persona puede llegar a consumir en su día a día debido a su facilidad de transporte, su alto nivel de conservación y su accesibilidad en los grandes y pequeños establecimientos de venta de insumos. Sin embargo, existe la creencia de que es conveniente llevar a casa aquellos suministros cuyas latas están abolladas o golpeadas por tener un precio más bajo. Esto podría no ser una buena idea para tu salud.
Según expertos en el campo de la salud, si vas a adquirir la leche de tarro, es preferible que este no presente ninguna abolladura, hinchazón o hendidura al momento de ser abierto. En esta nota de La República te contamos por qué no deberías comprar este producto lácteo si tiene el envase golpeado.
De acuerdo con el especialista en nutrición del Instituto Nacional de Salud (INS) César Domínguez, consumir productos en lata, como la leche, con alguna hendidura o golpe en su envase puede causar la enfermedad del botulismo.
“Consumir un producto enlatado en malas condiciones constituye un riesgo para la salud, especialmente si se trata de pescados o mariscos, ya que, si ha habido una falla en su procesamiento, las latas pueden ser un peligro”, explicó el médico en una entrevista para el portal Andina.
Según expertos de la salud, no es recomendable consumir alimentos enlatados cuyos envases estén abollados o golpeados. Foto: Buen Vivir
Esta enfermedad causada por la bacteria Clostridium botulinum, microorganismo comúnmente presente en las comidas enlatadas, puede generar en quien la contrae síntomas como náuseas, visión borrosa, dilatación pupilar, debilidad general, estreñimiento, parálisis respiratoria y hasta, en los casos más severos, la muerte.
Los primeros indicios de que alguien ha contraído botulismo “se presentan entre las primeras 12 y 36 horas de haber ingerido un alimento enlatado en malas condiciones”, comentó Domínguez.