Sin lugar a dudas, los incas conformaron una de las más importantes civilizaciones en cuanto se refiere a dejar grandes legados de edificaciones, ya que empleraon métodos no conocidos hasta la llegada de los europeos a América. ¿Qué tanto se sabe sobre sus tácticas de construcción? Eso es lo que Rumi Alegría, un aficionado del Tahuantinsuyo y su arquitectura, y experimentado guía de turismo, quiso a comprobar.
Las obras arquitectónicas más ambiciosas del Imperio incaico todavía se mantienen erigidas hasta nuestros días, pero lo que más sorprende de ellas no es únicamente su estructura firme y diseños particulares que mostraban los valores de su pueblo, sino también la forma en la que las hicieron.
Rumi Alegría, el cusqueño que recreó un muro inca en nuestros tiempos. Foto: YouTube/MATERGIA REALISMO FANTÁSTICO con Rafa Mercado
Los incas usaban grandes trozos de piedra que tallaban ellos mismos y luego transportaban grandes distancias. Una de las construcciones más impresionantes en este sentido es indudablemente Machu Picchu, ubicado en un lugar de difícil acceso y en la falda de una cordillera de montañas.
Mucho se ha escrito sobre los diferentes métodos que utilizaron los incas para realizar estas hazañas, pero más allá de las teorías, son intentos como los de Rumi Alegría los que revelan qué tan difícil —o hasta factible— resultó para los habitantes de los Andes levantar estos templos.
El cusqueño anhelaba saberlo con mucha mayor precisión, quizá al estilo del Kon-Tiki —la expedición a balsa hecha por el noruego Thor Heyerdahl en los años 40 para descubrir si los incas podían haber llegado a Oceanía en las exploraciones de Túpac Yupanqui—.
En un reportaje realizado por Rafa Mercado, un periodista interesado en estas cuestiones que cuenta con su propio canal de YouTube, Rumi explicó cómo llegó a interesarse por un proyecto semejante. “En época de la pandemia, regresé de estar en el sur y centro del Perú trabajando del turismo”, reveló.
Con su trabajo, Rumi demostró el arduo trabajo que habrían podido realizar los incas al construir sus templos y edificaciones. Foto: YouTube/MATERGIA REALISMO FANTÁSTICO con Rafa Mercado
“Aprendí mucho de las maravillosas culturas del Perú y decidí plasmar algo para tratar de mostrar a la gente que sí se puede trabajar en piedra”, argumentó el guía turístico, acorde con la importancia que tenía la piedra en el antiguo Tahuantinsuyo.
“La piedra tiene un peso increíble, parece metal o hierro”, afirmó Alegría. “Es granito azul. Es más duro que el blanco. Nada lo mueve, no es arenisca ni piedra caliza. Es por ello que, cuando uno sube a Machu Picchu, entiende”, añadió.
Alegría recordó que otras construcciones hechas por los incas en el sur y centro de los Andes sí fueron hechas en piedra caliza, pero lo de Machu Picchu, hecho en granito, le valía su admiración. “Me atreví”, rememoró.
En otra parte del video, Rumi aseguró que en algún momento de su trabajo recurrió a herramientas como la moldadora, así como distintas clases de cinceles para darle un buen acabado.
También dio detalles de cuánto tiempo le costó realizar el portón que exhibe en el video. “Lo hice muy rápido porque era uno solo. No era como 100 o 1.000 incas. Si fuera así, hubiera levantado toda una fortaleza hecha en piedra (risas)”, bromeó.
“Empecé la base, cavé como dos metros para hacerla, ya que no puede ser superficial, tiene que ser algo bueno para que aguante años”, acotó. “Cada vez que me aplastaba un dedo las esquinas, sentía el dolor hasta el corazón. Ahí recordaba cómo ellos pudieron haber trabajado con tanta piedra”, manifestó.
“¿Cuál era su dedicación? Quizá que su cultura soporte el paso del tiempo. Entendí muchas cosas y obtuve muchas formas de ver y detalles”, resaltó Alegría. Asimismo, fabricó un pequeño altar en una de las ventanas de su pequeño templo. “En el día de la Tierra, de la Pachamama, le eché su coquita y le canté un feliz cumpleaños a la Tierra para que también nos dé permiso”, concluyó.