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¿Dónde está Q’eswachaka, el último puente inca que sobrevive en el planeta?

En 2013, el ritual asociado a la renovación de Q’eswachaka fue declarado Patrimonio Cultural por la Unesco. El último puente inca es parte de una festividad andina celebrada en junio de cada año.

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En 2013, la Unesco declaró patrimonio cultural al ritual de renovación de Foto: composición LR/Unesco/Travesías

El Perú guarda diferentes atractivos turísticos que han sido reconocidos a nivel mundial. No obstante, el país aún conserva construcciones del Tahuantinsuyo. Q’eswachaka es una obra de los incas que con el tiempo se convirtió en principal protagonista de una festividad celebrada en junio de cada año.

De acuerdo a National Geographic, la construcción es el último puente inca que queda en el mundo. Pero ¿de qué está hecho y cómo lo conservan después de muchos años? En esta nota te contamos dónde está el Q’eswachaka, que gracias a los conocimientos, saberes y rituales asociados a su renovación ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

¿En qué parte del Perú se encuentra Q’eswachaka?

El puente colgante, que fue elaborado de manera artesanal a base de paja, piedra y madera durante la época de los Inca, se ubica sobre el río Apurímac, el cual está a tres horas y media de la ciudad de Cusco, en el distrito de Quehue, y a una altitud de 3.700 metros.

El ritual de renovación del Q’eswachaka fue declarado patrimonio cultural por la Unesco. Foto: Unesco

A pesar de que el Q’eswachaka colapsó en 2021 por falta de mantenimiento y renovación de la estructura, el puente fue reparado mediante un tejido a mano por las comunidades de Chaupibanda, Choccayhua, Huinchiri y Ccollana Quehue, pero se desplomó debido a las fuertes lluvias.

¿Cómo se realiza la renovación del Q’eswachaka?

La construcción de Q’eswachaka, el cual mide 29 metros de largo y 1,20 metros de ancho, tuvo como objetivo trasladar a los incas de un lado a otro de los Andes centrales, lo que dio lugar al conjunto de caminos llamado Qhapaq Ñan. Este reunía a los territorios del Tahuantinsuyo, el Imperio de los Incas integrado por las regiones Collasuyo, Contisuyo, Chinchaysuyo y Antisuyo.

Si bien Q’eswachaka sirvió para movilizarse a través de la accidentada geografía andina, debía ser reconstruido cada cierto tiempo por los trabajadores de la comunidad mediante la minka. Dicha actividad se convirtió en toda una tradición en la actualidad. Gracias a los rituales de renovación ejecutados cada año es como ha podido sobrevivir el último puente inca.

Q’eswachaka es considerado el último puente inca en el mundo. Foto: Travesías

Con la llegada del equinoccio de invierno, es decir, a mediados de junio de cada año, las comunidades se preparan para el mantenimiento del puente, que es tejido y se hace cada año, un ritual que se ha vuelto en una festividad. La ceremonia empieza con el desarmado del Q’eswachaka, que fue renovado el año anterior. Solo cortan los puntos de sostén de cada lado y lo dejan caer al río.

Tras ello, las mujeres y niños empiezan a reunir ichu, el material de paja para tejer las sogas que sirven como base y las barandillas. Luego del armado, los varones se unen para colocarlas en una amplia alfombra hecha de ramas que cubren el suelo de la plataforma.

Finalizado el tejido del último puente inca, los líderes de cada comunidad inauguran en presencia de sus pobladores la renovación del Q’eswachaka en medio de danzas y comida tradicional de la región.