A las 11.00 a. m. del reciente 25 de octubre, a Jaime Carbajal le dijeron que su hija cayó desde el cuarto piso del colegio donde estudiaba, Saco Oliveros, en Salamanca. Según contó en ATV Noticias, nadie vio la caída. Un vecino habría alertado a la institución sobre el estado de la menor.
Al ser consultado por medios de comunicación, Carbajal recordó el estado previo de su descendiente. Un día, “por accidente”, revisó su móvil y encontró palabras de hartazgo de la menor sobre sus compañeros por sus burlas constantes sobre su peso, talla y corte de cabello. Solo este hecho constituye lo que se conoce —y está reglamentado— como bullying escolar.
La versión denunciante fue contradicha el 26 de octubre. En un comunicado, el colegio desmintió que el acoso sea una práctica cotidiana en sus inmuebles. “Respecto de la convivencia en el aula, es un aspecto que como institución cuidamos y velamos acorde a nuestros principios y valores institucionales; como tal, venimos recibiendo manifestaciones de solidaridad de los padres de familia que dan fe del compañerismo y confraternidad que existe en dicha aula”, escribió el equipo de comunicaciones.
Dos versiones desmienten la conducta aparentemente impoluta que quiere traslucir el colegio. Una es la de Jaime Carbajal, quien afirma que el personal educativo era “consciente de que había bullying”. La otra es la información que dispuso el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) con su director de Fiscalización, Ronald León. Resulta que Saco Oliveros tiene 11 sanciones por diversos temas en sedes diferentes. Algunas están vinculadas a violencia entre estudiantes.
En el citado comunicado del colegio también afirmaron que, desde el inicio, tuvieron una postura dispuesta a “esclarecer” el caso. La aseveración de Carbajal y su primo, asistentes a la avenida Paracas 895, niega esa predisposición. Según cuentan ambos, el personal de la institución fue hostil. “Me querían sacar a empujones. He tenido que entrar a la fuerza para que me den explicación. Absolutamente todo el personal me impedía entrar. Al final no me dijeron nada porque se volvió a esconder el director”, dijo el padre de la víctima.
La mañana de este 26, los impedimentos continuaron. A la hora de entrada del alumnado llegó la prensa, en conocimiento del caso ya viralizado. El primo de Carbajal, presente en la escena, contó que el colegio “cerró sus puertas” apenas llegaron los medios de comunicación.
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La estudiante fue llevada al área de emergencia del hospital Guillermo Almenara Irigoyen, en La Victoria, a 25 minutos sin tráfico. Ahí ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Personal médico registró “politraumatismos, varias fracturas a nivel de columna dorsal, fractura de pelvis, fractura de fémur (…) y (…) una contusión pulmonar”, declaró el gerente de la Red Prestacional Almenara, Jorge Amorós. Con el avance de los exámenes se descartará un traumatismo abdominal cerrado y una anemia aguda, agregó el trabajador. La curación de la menor será en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica.
Los casos de bullying en colegios estatales pueden ser reportados en la plataforma SíseVe. Para el registro de la denuncia puede crearse un usuario y contraseña en el portal con el documento de identidad (DNI).
En colegios privados, el ente rector es Indecopi. Tiene facultades para sancionar, mediante un proceso administrativo, a las instituciones que omitan acciones frente a denuncias de acoso estudiantil. Las denuncias pueden informarse mediante el correo sacreclamo@indecopi.gob.pe, la página Reclama Virtual, y las líneas telefónicas 224-7777 (Lima) y 0-800-44040 (provincias).