A nivel histórico, la delincuencia es un tema que —lamentablemente— ha estado muy presente en el Perú. Hay varios nombres que hasta la fecha son recordados como los más temidos en todo el país, principalmente por los aventurados delitos que cometieron.
Sin dudas, uno que llamó bastante la atención durante el siglo pasado fue Luis D’Unián Dulanto, mejor conocido como ‘Tatán’, quien fue un peligroso victimario de un gran número de crímenes en Lima.
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El historial de ‘Tatán’ le valió para pasar por algunas de las cárceles más peligrosas de la capital, aunque el criminal logró escaparse en múltiples ocasiones, tanto por sus mañas como también por la vía legal. Conoce qué fue de este delincuente y qué tan grande fue la fama que obtuvo al grado de tener una miniserie con su apodo.
Luis D’Unián Dulanto, apodado como ‘Tatán’ por la dificultad que tenía de niño para pronunciar la palabra ‘Tarzán’, fue un criminal nacido en Barrios Altos que dedicó gran parte de su adolescencia y adultez a la vida delincuencial. De acuerdo a sus antecedentes policiales, ‘Tatán’ comenzó a hurtar con tan solo 16 años y de ahí en adelante no paró en realizar este tipo de actos.
A sus 17 años ya había sido detenido, pero esto no fue impedimento para que regrese a delinquir porque, por ejemplo, en 1944 entró a prisión, pero tan solo unos años después estaría libre para hacer de las suyas.
La popularidad de ‘Tatán’ se incrementó cuando formó su propia banda criminal, ya que pasaría a las ‘grandes ligas del crimen’ al liderar un conjunto que pasaría de robar a ciudadanos en la calle a asaltar empresarios y reconocidas compañías de la capital.
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Entre los episodios más sonados de D’Unián Dulanto se encuentra la fuga que desarrolló junto a su banda en 1946, tras ser encarcelados por un robo de 140.000 soles. Resulta que —ya en la cárcel— los reos planearon su escape durante la recolección de pruebas para el caso. Fue así como dos colegas de ‘Tatán’ fingieron estar enfermos para ir al hospital y luego escaparse de ahí.
No obstante, ‘Tatán’ fue al más avezado del grupo, puesto que aprovechó, con algunos de sus compañeros, los festejos por Año Nuevo para librarse de la poca seguridad de la Cárcel Central de Varones.
A pesar de que se especuló que los guardias de la prisión pudieron ser cómplices de este escape, ‘Tatán’ volvió a ser capturado en pocos días después de ser identificado en una balacera en La Perla, aunque este se mostraría seguro de volver a huir.
‘Tatán’ pasó por prisión y se escapó en más de una ocasión. Foto: archivo LR
Los 50 sería la década en la que ‘Tatán’ tendría más enemigos, pues cualquier acto que realizase era criticado arduamente por la prensa, llegando a convertirse en la portada de varios medios. Las noticias en torno al criminal eran tantas que incluso hubo quienes pensaron que se trataba de una cortina de humo por parte del gobierno del expresidente Manuel A. Odría.
Y es que, pese a ser arrestado muchas veces, Luis D’Unián Dulanto salía libre de sus casos, lo cual provocó que se corra el rumor de supuestas influencias para favorecerlo en los juicios. Finalmente, en 1954 cumplió su estadía más larga en la cárcel y se hablaba de una posible recuperación del acusado; desafortunadamente para los policías y autoridades, su buen supuesto buen comportamiento resultaría una jugada más de ‘Tatán para que crean que ya era otra persona.
Tiempo después de su liberación, precisamente en 1956, ‘Tatán’ participó en un robo a la antigua Caja de Ahorros y Consignaciones, que ascendía hasta los 2 millones de soles. Sin embargo, una vez más fue atrapado y el fiscal de entonces, Ibarra Samanez, reclamó una larga condena para el ladrón, aunque esta no se cumplió, pues fue apoyado legalmente y logró fugarse a Chile para vivir allí.
Luego de estar en Chile para evitar los juicios que tenía pendiente en su país natal, ‘Tatán’ regresó a Perú y continuó con su sucio trabajo. A fines de 1959, D’Unián Dulant afrontó su último juicio, pero —otra vez— fue absuelto de la culpa. Respecto a su último crimen, se trató de un asalto y asesinato de un empresario, del cual fue encontrado culpable y le caería una condena que después traería su muerte.
El trágico final de ‘Tatán’ llegaría a manos de otro malhechor, Javier ‘China’ Peralta, quien cobró venganza por la muerte de su pareja Víctor Pizarro ‘Zamba’, quien fue quemado vivo por el protagonista de esta nota. Con 37 años, Luis D’Unián Dulanto fue asesinado por Peralta a punta de apuñaladas que ni siquiera dieron tiempo de respuesta.
La muerte de ‘Tatán’ alegró a muchos ciudadanos, ya que uno de los delincuentes más temidos de todo Lima ya no caminaría por las calles. Sin embargo, la fama del asesino fue tanta que, luego de tres décadas, se produjo una miniserie de televisión que contaba su vida personal y criminal. En abril de 1994, se estrenó “Tatán” por el Canal 9, la cual contó con 12 capítulos que fueron un completo éxito.
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Todo comenzó luego de la muerte del infante Julio, quien era hijo de Abraham Hidalgo y su esposa Fausta. Desconcertados por el deceso de su menor, los Hidalgo comenzaron la pesquisa del posible culpable. Fue ahí cuando apareció Uldarico Salazar, un turronero que trabajaba cerca de la casa en la que vivía la familia del niño, quien declaró para la Policía que uno de los sospechosos era un sujeto negro y alto que le habría comprado turrón para persuadir al niño.
Tras esta afirmación, la Policía le mostró a Salazar diferentes fotos de hombres que podrían ser los victimarios. El turronero señaló la fotografía de Jorge Villanueva, a quien luego se citaron para examinarlo y que responda varias preguntas. Cuando los agentes policiales juntaron a Villanueva y Salazar, este último no dudó en culparlo: “Es él, lo identifico porque cuando me pagó pude notar que tenía un dedo torcido”, detalló en la acusación.
Con esta delación, Villanueva quedaba como el supuesto culpable, aunque la pena la empezó a pagar antes de su veredicto, pues la propia sociedad y la prensa lo bautizaron como el ‘Monstruo de Armendariz’. En tanto, el clasismo y racismo no demoraron en hacerse presente, pues un grupo de la sociedad limeña aclamaba la aplicación de pena de muerte para el sospechoso de piel morena, incluso sin haber empezado el caso.
Jorge Villanueva Torres fue incriminado por la muerte de un niño. Foto: Archivo LR
En el 2019, tras un largo proceso judicial, William Trickett fue sentenciado a 31 años de prisión. Este veredicto se acordó luego de que el estadounidense se acogiera a la sentencia anticipada tras aceptar su responsabilidad penal en este caso. La defensa legal del procesado se reservó el derecho de apelar.
Además, la Primera Sala Penal para Reos en Cárcel dispuso que el acusado pague 60.000 soles de reparación civil a favor de los deudos de su víctima. William Trickett se encuentra, actualmente, en el penal Miguel Castro Castro, donde estará recluido hasta el 7 de junio del 2041, fecha en la que cumplirá su condena.
William Trickett en su juicio. Foto: Andina