Uno de los paisajes más insólitos y espectaculares que posee el continente asiático son las famosas Colinas de Chocolate. Este impresionante atractivo turístico está situado en la isla de Bohol, Filipinas.
Vistas desde lejos, estas elevaciones de entre 30 y 120 metros parecen conformar una enorme caja de bombones de chocolate. Se calcula que existen un total de 1.260 colinas repartidas en más de 50 kilómetros cuadrados.
Conoce, en esta nota, cuál es el origen de estas misteriosas colinas.
El origen de las Colinas de Chocolate se debe a que pertenecen a los llamados paisajes kársticos; es decir, surgieron a partir de la disolución de las rocas por el efecto de la lluvia, las aguas subterráneas y las superficiales. Debido al movimiento de las placas tectónicas, esta roca se fracturó y se elevó varios metros sobre el nivel del mar, y ello causó esas peculiares formas geológicas.
Sin embargo, existe una particular mitología que narra la trágica historia de amor que dio origen de estas colinas y que atrae a miles de turistas cada año. Se dice que un gigante inmortal llamado Arogo se enamoró de una mujer humana que vivía en la isla de Bohol. Cuando se enteró que su amor platónico había fallecido, lloró desconsoladamente durante varios días.
Los centenares de lágrimas que derramó ese día el gigante se convirtieron en las famosas Colinas de Chocolate. Así, quedaría marcado en la tierra el gran amor de Arogo.
Se le conoce como Colinas de Chocolate (o tsokolateng burol, en idioma tagalo) a este lugar turístico debido al color marrón que adquieren las hierbas entre los meses de diciembre y mayo a causa de las bajas lluvias. Esto hace que las colinas tomen apariencia como la de una deliciosa trufa de chocolate.
Foto: Viator