Elvis Presley, considerado como uno de los íconos culturales más populares del siglo XX, falleció a la temprana edad de 42 años. Se dice que una de las razones de su muerte se debió a que el ‘Rey del rock’ seguía una dieta que le aportaba más de 20.000 calorías diarias. Además, en ocasiones solía mezclar las drogas con la comida chatarra.
Elvis murió el 16 de agosto de 1977, cuando su novia lo encontró en su baño en Memphis. Según el médico legista, el cantante sufrió de un fuerte ataque al corazón.
De acuerdo con diversos medios, Elvis consumía, al menos, medio litro de helado antes del desayuno, acompañado de galletas de chocolate. Después, a media mañana, ingería huevo, tocino, hot cakes y salchicha.
El sandwich Elvis Presley. Foto: Cucinare
Para el almuerzo, Presley optaba por uno de sus famosos emparedados de crema de cacahuate, mermelada, plátano y tocino. Mientras que de snack comía albóndigas envueltas en carne de cerdo. A la hora de cenar, el cantante acostumbraba a ingerir una hamburguesa de queso con tocino.
Además de su pésimo hábito alimenticio, Elvis no dormía a sus horas, pues su vida bohemia lo obligaba irse a la cama a eso de las 6 de la mañana, y despertaba a las 4 de la tarde. Además, consumía alcohol y drogas para mantenerse activo, lo que impedía que su organismo descanse.
A esto se le suma que su doctor, George Nichopoulos, le recetaba medicamentos para todo: sedantes, analgésicos, antidepresivos, opioides, anfetaminas y muchos fármacos más que fueron deteriorando su calidad de vida.
Elvis Presley falleció de un ataque al corazón en su mansión. Foto: La Nación
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Los últimos cinco años de su vida fueron lo peor para él, ya que llegó a pesar 159 kilos debido a la cantidad de calorías que consumía. Asimismo, todas las drogas y medicamentos que tomaba provocaba que su desempeño en el escenario resultase afectado y los fans salían defraudados de sus shows.