La luna llena o plenilunio es la fase lunar que se produce cuando el lado de la Luna que mira hacia la Tierra está completamente iluminado por el Sol. Hay distintos tipos de luna llena, algunas muy poco habituales, como la luna roja, la luna azul o la superluna de fresa. En esta ocasión, te contaremos de qué trata esta última, por qué la llaman así y cuál es su significado espiritual.
En el plano astrológico, la superluna, en contraste con el Sol, influye en la forma en la que se manifiestan las emociones, los sentimientos, el amor propio y los sueños. No obstante, el dominio del satélite sobre las personas varía en función de los signos del zodiaco.
De acuerdo al portal de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), una superluna se da cuando la órbita del satélite se encuentra en el punto más cercano a la Tierra mientras se encuentra en la fase conocida como luna llena, por lo que se ve mucho más grande de lo normal.
La superluna de fresa o strawberry moon recibe ese nombre por coincidir con la temporada de cultivo de fresas en el noroeste de los Estados Unidos y en ciertos lugares al este de Canadá. Las comunidades sioux, chippewa y ojibwe, por ejemplo, la conocen también como luna llena de junio, según el sitio web del Planetario de la Universidad de Western Washington.
En diálogo con la revista Express, el astrólogo Jamie Partridge señaló que la superluna de fresa trae buena fortuna, optimismo y generosidad a nivel espiritual. Además, aseguró que es “un excelente momento para manifestar todos los deseos relacionados con el trabajo”.
Astrológicamente, esta luna llena se encuentra en Sagitario, al cual se le asocia con el trabajo, por lo que las personas nacidas bajo este signo estarán ocupadas en temas laborales.
La superluna influye en cada signo del zodiaco. A continuación, te presentamos el impacto que tiene, según el horóscopo publicado en el portal de astrología WeMystic:
Las fases lunares son cuatro. Dos de ellas son la luna llena (cuando la cara visible del satélite está iluminada totalmente por el Sol) y, su versión contraria, la luna nueva (cuando su lado visible no recibe luz o está en plena noche).
Las otras dos son fases intermedias, conocidas como medialunas, que se ubican entre las mencionadas: la fase cuarto creciente, que se da después de la luna nueva y precede a la luna llena; y la fase cuarto menguante, que ocurre después de la luna llena y da paso al siguiente ciclo lunar (luna nueva otra vez y se repite la secuencia).
Los astrónomos creen que la aparición de las superlunas pueden afectar a nuestro planeta, por ejemplo, pueden ocasionar altos oleajes, inundaciones, terremotos, tsunamis e incluso erupciones volcánicas. No obstante, no se han realizado estudios suficientes para comprobar del todo estas teorías.
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