Estamos en la Semana Santa, momento del año en que miles de creyentes cristianos reflexionan sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Distintos objetos sagrados sirven como testimonio de la vida del Hijo de Dios, pero uno de los que ha estado sujeto a más controversia es el manto de Turín.
Esta reliquia, que refleja el supuesto rostro del Mesías después de su crucifixión, se ha puesto a prueba por distintos estudios científicos, ya que se cree que su origen no data del mismo año en que ocurrió la muerte de Cristo.
Se cree que el Manto o Sudario de Turín es la sábana que envolvió el cuerpo de Jesús después de ser crucificado, ya que tiene la imagen detallada del frente y la espalda de un hombre que fue crucificado de manera idéntica al hijo de Dios, tal como describe la Biblia. Este trozo de tela contendría sangre humana, pero no se sabe cómo pudo hacerse la impresión del rostro y partes del cuerpo en la pieza textil. Este objeto, venerado por miles de personas, mide 436 centímetros de alto por 113 centímetros de ancho.
El Manto de Turín muestra el supuesto cuerpo de Jesús después de ser crucificado. Foto: hispanidad
En la actualidad, el manto sagrado está resguardado en la ciudad de Turín, Italia, en la capilla de la Sábana Santa, desde 1578. Este edificio fue construido específicamente para guardar la reliquia a finales del siglo XVII, y es considerada como una obra maestra del barroco italiano.
El manto de Turín es puesto a exposición pública en pocas oportunidades. La última exhibición del año 1978 duró cinco semanas y tuvo la asistencia aproximada de 3 millones y medio de peregrinos.
En el año 2010 tuvo la visita del papa Benedicto XVI, mientras que en el 2015 fue el Papa Francisco quien rezó frente al sudario. Las últimas exposiciones abiertas al público corresponden a los años 2010, 2015 y 2020. La última fue televisada y a través de las redes sociales.
El Papa Francisco frente al Manto de Turín, en 2015. Foto: AFP
Más de 1.000 investigaciones científicas en distintas especialidades se han llevado a cabo, así como se han tomado más de 30.000 fotografías, para verificar su autenticidad. Sin embargo, la mayoría de estas pruebas ha dado como resultado que el manto no perteneció a Jesús, tal como ocurrió en el año 2018, en donde la BBC publicó un informe que desmentía la veracidad de la pieza.
Un estudio forense, encabezado por Matteo Borrini, investigador en la Universidad John Moores de Liverpool, indicó que las manchas de sangre que se ven en la prenda son falsas: “Nuestro estudio se suma a la evidencia de que el sudario es un artefacto medieval y no una reliquia sagrada”.
Borrini y su equipo forense empleó la técnica llamada Análisis del Patrón de Manchas de Sangre (BPA), la cual consiste en analizar la forma, tamaño y distribución de los rastros de sangre para mostrar cómo es que las heridas se produjeron. Así llegaron a la conclusión de que la forma en la que corría la sangre no coincidía con los patrones que se ven en el sudario.
“Los dos riachuelos de sangre en la parte posterior de la mano izquierda del Santo Sudario solo son consistentes con un sujeto de pie con los brazos en un ángulo de 45 grados”, indicó el estudio. No obstante, Borrini dejó en claro que su fe no ha cambiado con su hallazgo: “Nuestra fe no se basa en el sudario, sino en los evangelios. No necesitamos ninguna prueba física para creer en Jesucristo y en su resurrección”.
En el año 2015, cuando el Papa Francisco visitó el sudario de Turín, indicó que para él y miles de fieles, la sábana es el envoltorio con el que cubrieron a Jesús después de ser crucificado. Tal como indica un informe realizado por la BBC, en un anuncio redactado por el arzobispo de Turín, se indica lo siguiente:
“La visita del Papa confirma la devoción a la mortaja que millones de peregrinos reconocen como un signo del misterio de la pasión y muerte del Señor”. Aunque esta frase no confirma su autenticidad, la Iglesia católica, como institución, nunca ha adoptado ninguna postura oficial con respecto al manto.
Manto de Turín
La sábana sagrada también ha sido parte del séptimo arte. En el año 1953 se estrenó “The robe”, conocida en Latinoamérica como “El manto sagrado”. Este largometraje fue protagonizado por Richard Burton y dirigida por Henry Koster, y es un clásico del cine religioso, junto a “Los diez mandamientos”, “Ben Hur” y “La historia más grande jamás contada”.
La cinta consiguió cinco nominaciones al Premio Oscar en 1954: mejor película, mejor actor principal, mejor fotografía, mejor dirección artística y mejor vestuario, y ganó en las dos últimas categorías. Además, obtuvo el Globo de Oro en el año 1954 como mejor película dramática.
La costumbre cristiana de comer pescado en Semana Santa data del siglo II. Se trata de un gesto de penitencia y honra a la muerte de Jesús, según la Biblia. La Iglesia toma como referencia los sacrificios de seres divinos como Jesús, quien ayunó 40 días en el desierto antes de su misión pública, para adoptar este precepto religioso.
El investigador en religión David Vilchis, miembro fundador del Seminario de Intersecciones de lo Religioso (SEMIR), explicó a El Financiero que las razones por las que no se come carne en Semana Santa provienen de una cosmovisión judía. “Antiguamente, durante los días santos solo se permitía comer pescado y otros seres del mar, frutas, verduras, cereales y derivados, lo cual excluía al pollo”, detalló.