Las alfombras están presentes en muchos hogares, pues aportan una sensación de calidez. Estas requieren de un mantenimiento frecuente para que estén libres de impurezas; sin embargo, su tamaño y material pueden generar problemas al intentar conservarlas sin polvo. Por eso, te mostramos una lista de trucos caseros para que sepas cómo limpiar las alfombras en casa de forma sencilla.
Con los siguientes consejos, podrás lucir un tapete reluciente. Además, te ayudará a proteger la salud de todos los miembros de la casa, sobre todo los más pequeños, ya que eliminarás los gérmenes que pueden hospedarse en este tejido.
Lo primero que debes tener en cuenta es que existen una gran variedad de alfombras. Es importante conocer esto para que la limpieza sea más efectiva y no dañe el material de la misma. Recuerda que se deben utilizar diferentes productos dependiendo del material. Aquí te mostramos los tapetes más comunes.
Las alfombras están hechas de diferentes materiales, como la seda. Foto: Facebook / Alfombras turcas
La aspiradora es una forma tradicional de limpiar las alfombras. Foto: AFP
Si tienes un tapete demasiado sucio, puedes usar un cepillo junto a una aspiradora. Sin embargo, no es el único método, ya que el bicarbonato es una segunda alternativa que, además, no dañará el tejido. Solo debes mezclarlo con sal y esparcir la mezcla por el tapete. Deja que actúe por una hora y elimina los restos con la ayuda de una aspiradora.
El vinagre con agua caliente ayuda a eliminar las manchas de la alfombra. Verte la combinación en el tapete y restriega con un cepillo de cerdas. Así, podrás borrar la huella y conversar la alfombra en buen estado.
La maicena es muy efectivo para limpiar una mancha de grasa o aceite en la alfombra. Para esto, espolvorea este producto sobre la huella que buscas eliminar. Luego, espera por 30 minutos para haga efecto. El último paso es utilizar el aspirador y frotar con un cepillo seco la parte donde aplicaste el insumo.
¿Cayó vino sobre tu tapete? No te preocupes, solo tienes que usar agua oxigenada y una cucharada de lavavajillas. Combínalos y aplica sobre el área afectada. Aguarda media hora para que funcione y frota la zona con un trapo húmedo. Ten en cuenta que lo debes hacer despacio y con cuidado. Luego, seca la mezcla con un paño.