Ucrania acusó a Rusia de atacar con bombas de vacío o termobáricas, armamento bélico prohibido por la Convención de Ginebra. Esto significa un grave crimen de guerra y demuestra que la “devastación” causada por las tropas rusas serían “grandes”, según la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova. Pero ¿en qué consisten estas bombas autodeflagrantes y cuál es su potencial de destrucción?
Esta arma de guerra es usada por la infantería y también se le conoce como bombas de aire, ya que consumen el oxígeno del espacio en las que explotan, devastando inevitablemente a los seres humanos. Desde el derecho internacional, este recurso bélico está restringido porque tiene consecuencias excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados sobre la población.
Las bombas de vacío no serían las únicas armas prohibidas usadas por el Kremlin. Amnistía Internacional ha acusado al Ejército ruso de usar municiones racimo, ampliamente prohibidas.
Son conocidas como el ‘Padre de todas las bombas’. Su capacidad explosiva deriva de la mezcla FAE o FAX (del inglés ‘fuel air explosives’), ya que están constituidas por un combustible finamente dividido y mezclado con oxígeno atmosférico.
El término ‘termobárico’ (TBX) surge de las palabras griegas ‘therme’ y ‘baros’, que significan ‘calor’ y ‘presión’ en grandes proporciones sobre el objetivo atacado.
Rusia fue el primer país que creó este tipo de armamentos. Por ejemplo, el cohete RPO-A Schmel, lanzallamas de infantería de 1984, fue la primera arma termobárica que posee una mezcla autodeflagrante de magnesio (Mg) y nitrato de isopropilo (IPN).
Convoyes de tropas rusas llegando al área de preparación al sur de Belgorod para la ofensiva de Kharkiv. Foto: captura/ Frederik Pleitgen/ Twitter
Las bombas de vacío tienen un núcleo de carga central con capacidad externa rica en combustible. Sus daños son irreparables: consumen el oxígeno de la zona donde explotan, siendo capaz de asfixiar y calcinar a las personas, sobre todo en espacios cerrados, como en búnkeres de refugio donde se encuentran las poblaciones de Járkov o Kiev.
“Cualquier chispa, por golpe, electricidad estática o calentamiento por roce puede hacer detonar o deflagrar la mezcla de las municiones termobáricas”, así lo explica el artículo Municiones termobáricas de la Revista Ejército de Tierra Español (setiembre de 2007) del entonces general de Brigada de Artillería Alfonso Lapuente Givaja.
Lapuente detalla también sus efectos en tres aspectos físicos:
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Sí, de acuerdo con las prohibiciones de la Convención de Ginebra del 10 de octubre de 1980. Sin embargo, países como Estados Unidos (en Afganistán) y Rusia (en Chechenia) las han usado.
En un video publicado en Twitter el 26 de febrero por el reportero Frederik Pleitgen de CNN se ve unos vehículos acorazados T-72 que cargan lanzamisiles tipo TOS-1. Medios como The Guardian y The Telegraph también han advertido sobre el uso de este armamento en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Los lanzamisiles TOS-1 de las tropas rusas son capaces de cargar estas bombas termobáricas. Foto: captura/ Frederik Pleitgen/ Twitter
Un crimen de guerra es una infracción grave, de acuerdo con los Convenios de Ginebra, y otras violaciones serias de las leyes y costumbres aplicables en el conflicto armado internacional y en conflictos que no son de carácter internacional enumerados en el Estatuto de Roma, cuando se cometan como parte de un plan o política, o bien a gran escala, tal como explica la Corte Penal Internacional (CPI).
Dustin Lewis, director de investigación del Programa de Derecho Internacional y Conflicto Armado de la Facultad de Derecho de Harvard, aseguró al medio USA Today que un crimen de guerra es cualquier conducta, ya sea un acto o una omisión, que se haya cometido “con una conexión suficiente con un conflicto armado” y constituya “una violación grave” a lo establecido en el derecho internacional humanitario.
Los ataques a población civil son uno de los crímenes de guerra más conocidos. Foto: AFP
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Las bombas de racimo son un armamento que está compuesto por un proyectil hueco y en su interior cuenta con cientos de bombas pequeñas. Puede ser disparado por misiles, artillería o aviones, de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Tras ser lanzando, este proyecto suelta sus submuniciones, las cuales se dispersan en un área amplia para eliminar diferentes blancos al mismo tiempo, lo cual puede generar un grave daño a las personas, e incluso podría producirles la muerte.
El misil de la URSS de nombre Voyevoda (Satán 1), puede destruir un territorio del “tamaño de Texas o Francia”. Tiene 40 megatones y, según una alarmante comparación, tiene la capacidad de 2.000 veces la bomba de Hiroshima. El dispositivo nuclear que usó Estados Unidos contra la ciudad japonesa solo tenía 0,02 megatones.
El Satán 2 también podría llevar hasta 10 cabezas nucleares pesadas o 16 ligeras. Estas podrían ser combinadas para incluir contramedidas electrónicas a fin de esquivar el escudo antimisiles. Además, tendría un radio de acción de 10.000 kilómetros, una velocidad supersónica de 24.500 kilómetros por hora y funcionaría solo con combustible líquido.
El Satan 2 fue creado por Rusia para sustituir al misil de la Unión Soviética de nombre Voyevoda (Satan 1). Foto: composición LR/Sputnik/mapamundiparaimprimir/AFP