Los elefantes africanos son una de las especies más grandes y nobles de animales que pueblan la naturaleza, aunque no han sido debidamente comprendidos por los humanos, quienes le consideran un animal agresivo y difícil de entrenar. ¿Cuán cierto es que nadie ha logrado domesticar al mamífero terrestre más grande de la Tierra?
Antes de comenzar, recordemos que los elefantes son tradicionalmente divididos en africanos y asiáticos. Sin embargo, del primer tipo se distinguen dos especies diferentes en la actualidad: el elefante de la sabana (Loxodonta africana), más grande y de colmillos curvos, y el elefante de bosque (Loxodonta cyclotis), más pequeño y de colmillos rectos.
Los elefantes africanos de sabana son más grandes que los de bosque. Foto: AFP
En segundo lugar, debemos considerar que los elefantes no son realmente domesticados, sino tan solo entrenados y sometidos a crianza para obtener las características deseadas por los humanos, así lo explica la Encyclopedia Brittanica.
Esta práctica ha sido mucho más común en Asia, donde estos mamíferos son usados con fines ceremoniales, de transporte e incluso en la guerra. En cambio, es menos frecuente en el continente africano, pero esto no significa que no haya momentos de la historia donde fueron aprovechados para distintos usos.
Es bastante conocido que el general Aníbal de Cartago utilizaba elefantes africanos en sus campañas de guerra, e incluso hizo que un grupo de ellos cruzara los Alpes con el fin de luchar contra los romanos.
Aníbal de Cartago cruzó los Alpes con 38 elefantes en el año 218 a. C. Foto: Museos Capitolinos de Roma
También podemos mencionar a los elefantes africanos del rey Ptolomeo IV de Egipto, que en el 217 a. C. se enfrentaron con sus pares asiáticos de Antíoco III el Grande en la Batalla de Rafia.
Siglos más tarde, en el XIX, se inició un entrenamiento de elefantes africanos en los bosques del Congo Belga, durante el mandato del rey Leopoldo II. En la actualidad, existen elefantes africanos entrenados para el transporte en lugares como el Parque Nacional de Garamba, en la República Democrática del Congo, o la reserva de caza Imire de Zimbabue.
Como anticipamos, los elefantes no son realmente domesticados, pues dicho proceso implica que la especie se adapte a los humanos y su ambiente cautivo a través de cambios genéticos que toman generaciones, como explica el diario indio The Wire. Sus largos periodos de gestación, bajas tasas de natalidad, enorme tamaño y gran apetito impiden que esto se dé.
Los elefantes africanos tienen una baja tasa de natalidad y una prolongada gestación. Foto: AFP
De acuerdo con World Animal Protection (WAP), una ONG dedicada a proteger a los animales, el término ‘domesticado’ perjudica a la conservación de los elefantes, dado que ofrece una imagen sesgada de su vida en cautiverio y puede llevar a los turistas a aceptar el encadenamiento y encerramiento en pequeños espacios que estos paquidermos pueden sufrir.
Un informe de WAP en 2017 puso de manifiesto el maltrato al que eran sometidos los elefantes en países del sudeste asiático para fines turísticos. En Tailandia, se aplican técnicas como el phajaan, que consiste en separar al elefante de sus familias cuando es cría, sujetarlo con cadenas o cuerdas y golpearlo varias veces hasta hacerlo sumiso.
Dos años después, en 2019, WAP reportó que el 80% de los casi 3.000 elefantes en lugares turísticos de Tailandia, Camboya, India, Laos, Nepal y Sri Lanka soportan malas condiciones de vida y tienen sobrecarga de trabajo. La ONG también ha denunciado este tipo de crueldades en países del sur de África.
Los elefantes africanos presentan una serie de diferencias físicas y fisiológicas con respecto a los elefantes asiáticos. Conócelas más a fondo en el siguiente cuadro:
Elefantes africanos | Elefantes asiáticos |
Alcanzan los 3,5 metros de alto | Alcanzan los dos metros de alto |
Pesan hasta seis toneladas | Pesan hasta cinco toneladas |
Lomo achatado | Lomo arqueado |
Machos y hembras tienen colmillos | Solo algunos machos tienen colmillos |
Orejas grandes en forma de abanico | Orejas más pequeñas y rectas en la parte inferior |
Frente estilizada con una joroba | Frente marcada con dos jorobas |
Trompa con dos lóbulos | Trompa con un lóbulo |
Los elefantes africanos presentan notables diferencias físicas con los asiáticos. Foto: composición / AFP
Lamentablemente, este impresionante animal se encuentra en serio riesgo. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga al elefante africano de sabana como ‘en peligro de extinción’ y al de bosque como ‘en peligro crítico de extinción’.
La principal amenaza a la existencia de estos animales es la cacería para el tráfico ilegal del marfil de los colmillos de estos mamíferos. Asimismo, la actividad humana está degradando y desapareciendo sus hábitats, lo cual afecta su calidad de vida.
La cacería por el tráfico ilegal de marfil amenaza la subsistencia de los elefantes africanos. Foto: AFP