Enclavada en la majestuosa Huasteca Potosina, México, una cascada no solo destaca por su impresionante altura, que supera los 100 metros, sino también por el vibrante color turquesa de sus aguas, que convierten su paisaje en una experiencia inolvidable. Este destino es un 'must' para aquellos amantes de la naturaleza y la aventura que buscan descubrir uno de los tesoros más impresionantes de las tierras aztecas.
La Cascada de Tamul es la joya más preciada en la Huasteca Potosina, ubicada en San Luis Potosí. Se caracteriza por ser la más alta del Estado, con una caída de agua que supera los 100 metros sobre el nivel del río Santa María. Este río, junto con el río Gallinas, son los artífices de esta maravilla natural, proporcionando un espectáculo visual donde el agua cae poderosamente en un cañón de paredes rojizas.
Esta belleza natural es una de las cascadas más grande de México. Foto: Westend61
A lo largo del año, la cascada exhibe un impresionante caudal que puede alcanzar hasta los 300 metros de ancho en su punto más alto, especialmente durante la temporada de lluvias, entre junio y septiembre. Además, la zona circundante está repleta de diversa flora y fauna, lo que hace de cada visita una oportunidad para conectar con la naturaleza de una manera muy especial.
PUEDES VER: El ÚNICO 'país' de América Latina que fue conquistado 2 veces y no puede elegir su presidente
Situada a aproximadamente 40 kilómetros de Aquismón y cerca de la localidad de Tanchachín, la Cascada de Tamul es accesible a través de una serie de rutas que prometen una aventura tan emocionante como el destino mismo. Aquismón, conocido por su hospitalidad y rica cultura, es el punto de partida perfecto para explorar esta magnífica cascada.
Desde el kayaking y rappel hasta tranquilos paseos en panga, los visitantes pueden disfrutar de una amplia gama de experiencias que hacen de cada visita una aventura única. Foto: Flickr
PUEDES VER: Este país de Latinoamérica tiene el ceviche más sabroso, según la inteligencia artificial
Para llegar a la Cascada de Tamul, los visitantes tienen varias opciones, dependiendo de la aventura que busquen. Desde San Luis Potosí, se puede conducir hacia el pueblo de Tanchachín, un viaje de aproximadamente cuatro horas que ofrece vistas panorámicas y una experiencia inmersiva en la naturaleza de la Huasteca Potosina.
Una vez en Tanchachín, los viajeros pueden tomar una panga (canoa tradicional de madera), que los llevará directamente a la base de la cascada. Esta travesía no solo permite admirar la cascada desde una perspectiva única, sino también explorar la Cueva del Agua, una maravilla natural donde se puede nadar y disfrutar de las aguas cristalinas y frescas.
Alternativamente, para aquellos que prefieren una ruta más desafiante, se pueden organizar caminatas guiadas que bordean el río y ofrecen vistas espectaculares de la cascada desde diferentes ángulos. Estas excursiones suelen incluir guías locales que comparten las leyendas y la historia del lugar, enriqueciendo la experiencia de cada visitante.