La historia del imperio inca continúa rescribiéndose a través de los años gracias a nuevas investigaciones de historiadores. Este es el caso de Felipillo, aquel joven conocedor de tres lenguas que llegó a ser el traductor oficial de Francisco Pizarro y Diego de Almagro durante la invasión al imperio inca. ¿Realmente fue un traidor? Esto es lo que dicen nuevos historiadores.
PUEDES VER: Machu Picchu: ¿quién fue el alemán que saqueó la ciudadela 40 años antes de su descubrimiento?
Felipillo, cuyo nombre real se desconoce hasta la actualidad, fue un nativo del siglo XVI. Aunque algunos historiadores señalan que este nació en la zona de Tumbes, otros indican que era oriundo de la región de Poechos o de la isla de Puná. Lo cierto en su biografía es que desde la edad de 15 años sirvió a los españoles en su llegada al Tahuantinsuyo como traductor de la lengua quechua al español, pese a que actualmente se presume que no logró aprender al 100% ninguna de estas lenguas.
PUEDES VER: ¿Por qué los incas nunca conquistaron Chile y dejaron a los mapuches al límite del río Maule?
Aunque se desconoce su lugar exacto de nacimiento, nuevos estudiosos de la historia del Perú, como James Lockhart y Héctor Béjar, concuerdan en que Felipillo perteneció a los tallanes, cultura que fue conquistada por los incas.
“Felipillo, que aparece como un traidor, no era un traidor. Felipillo odiaba a Atahualpa. Él era el invasor que desde Cusco había quemado su pueblo y había dominado a los tallanes”, declaró Béjar. Por tal motivo, el joven traductor guardó rencor a Atahualpa y no dudó en pasarse al bando de los europeos, según indicó también el Inca Garcilaso de la Vega en su obra “Los comentarios reales de los incas”.
Según el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, Felipillo primero ayudó a Francisco Pizarro en su toma del Tahuantinsuyo y la ejecución de Atahualpa.
Felipillo vestido con traje español al lado de Vicente de Valverde. Foto: Ilustración de Guaman Poma de Ayala
Posteriormente, tras los desacuerdos de Pizarro y Diego de Almagro, el traductor se unió a este último en su exploración hacia Chile; sin embargo, tras conspirar con algunos nativos en contra del español, Felipillo fue condenado a ser descuartizado.
Aunque la historia se encargó de recordarlo como un traidor, son cada vez más estudiosos los que afirman que en realidad Felipillo fue ‘el chivo expiatorio’ de los ejecutores de Atahualpa, quienes acusaron al joven intérprete de cometer una traducción errónea que los llevó a asesinar al Inca, esto con la finalidad de defenderse de ser juzgados por la corona española.
Felipillo hablaba el tallán como lengua materna, el quechua tras la expansión del Imperio Inca y el español tras la llegada de Francisco Pizarro y compañía. Sin embargo, historiadores modernos señalan que el joven tallán no llegó a dominar al 100% estas dos últimas lenguas, por lo que en más de una ocasión pudo haber existido una traducción errónea de su parte a favor de los españoles.
PUEDES VER: ¿Quién fue Cahuide, el guerrero inca que prefirió suicidarse antes que ser conquistado por los españoles?
Por otro lado, Martinillo fue el sobrino del curaca tallán Maisavilca, quien lo obsequió a Francisco Pizarro tras su llegada a Poechos y también se desempeñó como traductor. El mismo ‘conquistador’ aseguró que fue precisamente Martinillo quien tradujo la conversación de Atahualpa y Hernando Pizarro, además del diálogo entre Atahualpa y Valverde.
PUEDES VER: ¿Cómo se descubrió la catarata Gocta y por qué los pobladores se mantenían alejados de esta?
El historiador James Lockhart realizó una comparación entre Felipillo y Martinillo, quien también fue intérprete indígena en los momentos cruciales de la conquista; sin embargo, existía una diferencia social entre ellos.
Se dice que el primer intérprete procedía de una familia de pescadores, artesanos o gente de baja condición social, mientras que el segundo provenía de una familia aristocrática de Poechos y era sobrino del curaca tallán Maisavilca, cacique de Chincha.