Cuando una persona fallece, suele dejar varias prendas de ropa a la deriva. Muchos familiares las guardan a través de los años para usarlas en fechas especiales, sin saber que esto podría ocasionarles problemas de salud física y mental. Si bien el uso de la ropa de un difunto muchas veces está relacionada con creencias supersticiosas que dicen que podrías soñar con la persona o que podrías adquirir los males de esta, esto no ha sido comprado científicamente, pero sí hay otros motivos que explicarían cómo puede afectar a la persona que las usa.
Por otro lado, la comercialización de la ropa de segunda mano se viene haciendo cada vez más popular, por lo que debes tener en cuenta las recomendaciones que te daremos a continuación antes de decidir comprar ropa usada, que muchas veces puede provenir de una persona fallecida.
Uno de los principales motivos por los que no debes usar la ropa de personas fallecidas es por el deterioro de los tejidos. El Ministerio de Salud (Minsa) advierte que si las prendas pasan mucho tiempo guardadas en el ropero o en bolsas, pueden generar problemas dermatológicos debido a la presencia de ácaros, gérmenes, hongos o excesos de sustancias químicas.
Los principales problemas dermatológicos que ocasionarían son rasca rasca, herpes, celulitis, caracha y hongos. En ese sentido, si buscas guardar algunas prendas, lo recomendable es tenerlas en un lugar ventilado y, antes de usarlas, lavarlas y desinfectarlas correctamente.
La ropa de difunto suele ser vendida como 'ropa de segunda mano'. Foto: ElUniverso
Por otro lado, en relación con la salud mental, el guardar las ropas de un familiar fallecido podría ocasionar que la persona que perdió al ser querido no pueda avanzar ni superar el momento de luto.
Lo recomendable es que la ropa en buen estado sea donada a una fundación que la requiera, ya sea un albergue o una iglesia. De esta forma, apoyarás a personas más necesitadas y la buena acción te puede ayudar a sopesar el dolor de la pérdida.
También puedes guardar una pequeña prenda junto a otros objetos de valor en una cajita.