Facebook ya no será tal como lo conocemos. Luego de que la compañía de Zuckerberg haya pasado una serie de escándalos como las críticas por reguladores de todo el mundo debido a sus prácticas comerciales o la denuncia de Frances Haugen, extrabajadora de la empresa, ante el Senado de EEUU, el grande de la tecnología dará un gran cambio. El sitio web The Verge informó este martes 19 de octubre que el CEO de Facebook planea cambiar el nombre de su marca para que vaya más acorde con su nuevo proyecto de crear un metaverso.
El nuevo nombre de la compañía, que planea anunciarse en la conferencia anual de la empresa este 28 de octubre, buscaría reflejar el cambio de dirección de Facebook hacia su metaverso. Este proyecto se refiere a los esfuerzos por combinar las tecnologías de realidad virtual y aumentada en un nuevo reino online.
Con esta innovación se intentará crear un espacio similar a internet, en el que los usuarios (a través de avatares digitales) puedan caminar e interactuar entre sí en tiempo real. Por ejemplo, los usuarios podrían sentarse en torno a una mesa de reuniones virtual con colegas remotos, y luego caminar hasta un Starbucks virtual para reunirse con un amigo.
Facebook anunció hace unos días que contrataría a 10.000 personas en Europa para trabajar en la creación del metaverso. “Va a ser un gran enfoque, y creo que esto será una gran parte del próximo capítulo sobre la forma en que Internet evoluciona después de Internet móvil”, fue parte de la declaración que dio Zuckerberg a The Verge cuando fue anunciado el megaproyecto de integración de herramientas virtuales en entornos digitales.
Zuckerberg, que es dueño también de Instagram y Whatsapp, piensa que este nuevo cambio podría emular a Google, que en el 2015 decidió crear Alphabet, una “marca paraguas” que abarca un conglomerado de compañías bajo la administración del buscador.
El cambio de marca podría formar parte de un esfuerzo por renovar la reputación de Facebook tras un tsunami de malas noticias relacionadas con la desinformación en sus plataformas, los fallos en la moderación de contenidos y las revelaciones sobre el efecto negativo de sus productos en la salud mental de algunos usuarios.
Frances Haugen, una denunciante que trabajaba en Facebook como directora de producto, declaró a principios de este mes que la empresa es consciente de que sus plataformas se utilizan para difundir el odio y la desinformación, pero no ha tomado medidas para evitarlo. Ante ello, Facebook ha rebatido agresivamente las afirmaciones, y ha calificado muchas de ellas de “engañosas” mientras argumenta que sus aplicaciones hacen “más bien que mal”.