En los años 80 y 90, en Ayacucho, lo cotidiano eran las explosiones de cochebombas, el ataque cruento de Sendero Luminoso o los abusos innombrables de las fuerzas contrainsurgentes. Lo cotidiano, en ese entonces, era la muerte. Así lo atestiguan las dramáticas imágenes del fotógrafo huamanguino, verdadero cronista de guerra, Hugo Ned Alarcón.
Después de cuarenta años, acude a su archivo personal para mostrarnos las escenas que vivió la población ayacuchana en ese periodo de violencia. Esas imágenes pueden apreciarse en la muestra que hoy se inaugura en el Lugar de la Memoria con el nombre “Una mirada a lo cotidiano. Hugo Ned Alarcón. Fotografías de Ayacucho (1980-1990)”.
Explosiones. La muerte era pasajera de cochebombas. Foto: difusión
“Con las fotografías demostraba que era una realidad lo que pasaba en Ayacucho. Si tenía la suerte de tomar una foto, les podía decir: ‘Mira, así han matado, así han degollado a los campesinos’. Con la foto se daban cuenta de que no eran mentiras. Estaba demostrado con fotos”, ha dicho el veterano fotógrafo de 81 años de edad.
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Podemos decir que Ned Alarcón, cámara en ristre, sobrevivió a esa terrible época para contarlo con imágenes. En ese entonces, sorteando el peligro –más bien, arriesgando la vida– era corresponsal en Ayacucho de La Prensa, El Comercio, Expreso, Caretas, para citar algunos medios. Asimismo, colaboró con la prensa extranjera, como UPI (1980-1988) y Associated Press (1990-2015).
Necesidad de autodefensa. Foto: difusión
Hugo Ned, como periodista, se hizo a la guerra. Disparó con su cámara.
“Era necesario ser fotógrafo porque cuando buscabas uno, pedías ayuda de uno, no tenían tiempo. Entonces, tuve que aprender. Pero me gustaba cada vez que salían mis fotos, lo vivía con alegría. Yo soy hechura del diario La Prensa, a mí me enseñó como si fuera una escuelita”, ha dicho el veterano fotógrafo.
Patrulla militar en la ciudad. Foto: difusión
Inauguración. Hoy, en el LUM, Bajada San Martín 151, Miraflores, 5 p.m. Ingreso libre. Proyecto organizado por Emily Thompson, con asesoría de Charles Walker.