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Cultural

Inti Raymi: Extranjeros en la fiesta

Hermandad tawantinsuyana. Helio, Martika y Olimpia ven al Inti Raymi como la suprema expresión cultural del mundo andino, una fiesta que implica renacer.

larepublica.pe
Martika Qorichayna, colombiana. Forma parte de los músicos en el Inti Raymi. Foto: Jazmín Lezama Rivas.

Helio, Martika y Olimpia expresan su amor por nuestra cultura. No escatiman esfuerzos para estar presentes en el Inti Raymi, en la gran celebración del mundo andino. No lo hacen como turistas, están dentro de la fiesta. Y la gozan y disfrutan con mucho respeto y amor.

Helio es de Argentina; Martika, de Colombia; y Olimpia, de Chile. Los tres ven al Inti Raymi como la suprema expresión de nuestra identidad cultural. Una fiesta que implica renacer en el mundo andino.

Martha Gómez quiere que le llamen Martika Qorichayna. Junto a Wachan Bajiyoperak son padres de Shiqwarkenty. Los tres forman parte del grupo Apu Pachatusan, de música ancestral andina, y como familia nunca faltan al Inti Raymi.

Martika es de Bogotá, criada en Santa Marta. Por su procedencia colombiana sería del chinchaysuyo. Ella lleva 24 años en el Cusco y en el Inti Raymi siempre como harawico, entre los músicos. Toca el wankar, un bombo enorme, de sonido trascendental.

“Mediante el sonido, la música se siente una conexión muy linda. He sentido latiendo todo el tiempo a la tierra. Mientras tocaba, oraba para sentir el mensaje de nuestros antepasados, el de amar de todo corazón a nuestro tayta Inti, a nuestra Pachamama”, asegura.

A Shiqwarkenty, su hija, la lleva desde los 6 años al Inti Raymi. Tocaba chaqchas, tinya y ahora toca quenas. “Es un gran honor participar. Es una forma de renovarnos y lo hacemos como familia. Grandioso, mágico, es energía viva. Gracias, Cusco”, dice.

Helio Regalado

Helio Regalado ya lleva diez años en el Cusco, seducido por sus tradiciones, su vivencia, por la maravillosa energía de la Pachamama. Es argentino, de la provincia de Salta.

“Pertenezco al qollasuyo por ser argentino, pero en el Inti Raymi danzo en el grupo del antisuyo”, nos dice, finamente ataviado con una ‘kushma’ matshiguenga, un ‘chuku con plumas” de Puka Pakuri Wayri. En años anteriores, con caracola en mano, formaba parte del grupo de pututeros, los que anuncian el ingreso del Inka.

Aporta en labores logísticas con Filigranas Peruanas (FIPE), la entidad dirigida por Leonardo Arana, que con extraordinario profesionalismo y mística pone en escena el Inti Raymi.

Helio alienta a participar, aunque sea una vez en la vida, en el Inti Raymi. “Es necesario vestir el unku, bailar, alegrarse y sentir todo ese maravilloso cúmulo de emociones que te brinda esta maravillosa fiesta”, sostiene.

Olimpia JIménez

Olimpia Jiménez, es de Concepción, región del Bío Bío, Chile. En el Tahuantinsuyo sería parte del collasuyo. Es maestra de Educación Física, danzas folclóricas y además orfebre. “Me identifico con el estudio de las culturas tradicionales de América Latina. Bailo y me identifico con cada pueblo”, señala.

Es el segundo año que participó en el Inti Raymi. Esta vez, en el grupo de las acllas. “Siempre quise conocer y palpar la cultura inka. Volví exclusivamente para el Inti Raymi”.

En el local de FIPE estuvo diez días sacándole brillo y reparando las joyas de la nobleza inka. La vimos con las manos en el pulidor para que el metal reluzca. “Si el profesor Arana vuelve a poner en escena el Inti Raymi, volveré porque es una experiencia inolvidable”, afirma.