Durante varios, muchos años, Juana Burga era un mito. “Sí, puede ser, que bueno que lo dices así, es una buena descripción”, me dice, mientras se acomoda para la charla. Estamos en un hotel boutique de Miraflores —de unas pocas habitaciones— y Burga tuvo una conferencia de prensa en la mañana y tiene una de las agendas más intensas de estos meses promocionando La piel más temida, la cinta de Joel Calero que estrena este jueves 25 en cines.
“Me esfumé y no se escuchó de mí no porque no hacía cosas, sino porque no rebotaba en Perú”, explica. “Y creo que eso es un poco la temática que vemos en todos lados, que la chica de piel morena, de pelo negro, de ojos marrones, no causa asombro. O no hay una representación que nos haga sentir orgullosos al nivel de que digan ‘¡Guau, estoy tan orgullosa de mi piel morena, de mis pómulos marcados, de mis ojos marrones, de mi pelo negro!’ Y creo que eso es una de las cosas que yo he entendido, porque mis logros han sido y de tantos años —llevo más de 15 años en la industria de la moda internacional—, es por eso, es por cómo me veo”.
Cuenta Calero que vio a Burga en Los últimos, una cinta apocalíptica argentina de 2017 y decidió que la quería a ella, sí o sí, para el segundo filme de su trilogía fílmica de la memoria, que inició con La última tarde de 2016 y culminará en Álbum de familia en 2025. La primera cinta hablaba de un exmilitante del MRTA. La tercera girará en torno a un militar. Y en La piel más temida, Burga es Alejandra, una joven que vuelve al Cusco por motivos familiares para enterarse de que su padre está vivo y que fue miembro de Sendero Luminoso.
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Otras modelos eligen roles de la amante, de la esposa trofeo, de la chica sexy por la que los hombres pierden la cabeza en comedias tontas, pero el nuevo rol de Burga es un drama que explora el impacto familiar que deja un terrorista años después de concluido el conflicto armado interno. Es una decisión consciente ante roles como ‘novia de Justin Timberlake’ que alguna vez le ofrecieron. “Yo decía, pues, si me van a sexualizar o poner de esa manera a iniciar una nueva carrera con esa imagen, a mí no me inspiraba o no era algo que quería. Yo quería contar historias de mujeres empoderadas, de mujeres que son fuertes, que tienen una historia que contar”, resalta.
Era en sus tiempos de “mito” que se la conocía como Juanita Burga, mientras recorría las pasarelas más reputadas; para el peruano promedio su nombre era si no algo desconocido, algo gaseoso reservado para revistas de moda y del jet set. “No me molestaba el ‘Juanita’, pero mi carrera internacional la hice como Juana, como está en mis documentos, como está en mi pasaporte. Creo que el diminutivo fue porque inicié tan joven, yo iba con mi mamá a mis audiciones con uniforme de colegio, así chiquita”. También recibió bullying por su delgadez y el sobrenombre Juanita, que recuerda a la célebre momia de Arequipa. “Me molestaban muchísimo (con eso), pero ahora es tan cultural que hasta me encantaría hacer una película de ella, ¿sabes?”.
Sobre La piel más temida, Burga dice que “está mostrando al personaje como un ser humano”. “El personaje se desarrolla en su mejor versión o en su peor versión. Entonces, lo que está haciendo Joel (Calero) es mostrar todas esas capas de una persona, de Alejandra siendo una hija abandonada por el padre que nunca tuvo. Una abuela que no sabe que esta nieta existe o que nunca ha hablado con ella, y con un padre que tampoco, y que tiene una historia detrás, que ni siquiera la hija la sabe. Entonces, creo que eso es el mensaje, ¿sabes? Y para mí realmente las críticas, como mencionaste, creo que es a lo que ahorita estamos a la espera; es realmente ver a la gente, ver cómo se conecta”.