Una década antes de filmar La sociedad de la nieve, el director Juan Antonio Bayona había leído el libro de Pablo Vierci y llevó el texto al rodaje de otra película que dirigía y que sería nominada al Óscar a mejor actriz. “El título de Lo imposible, por ejemplo, se me ocurrió leyendo unas declaraciones de Roberto Canessa, uno de los supervivientes de los Andes. Recuerdo que a Naomi Watts y Tom Holland les compartía extractos del libro en los descansos entre tomas”, comenta el director español en declaraciones enviadas por Netflix.
Con un casting masivo en Argentina y Uruguay, ensayos en Barcelona y con escenas filmadas en el Valle de las Lágrimas, lugar donde cayó el vuelo de la Fuerza Aérea de Uruguay en 1972, la película se desarrolló por fases, bajo la producción de Belén Atienza y Sandra Hermida, quienes trabajan con J. A. Bayona desde El orfanato (2007).
“Necesitábamos poder llegar al mayor número de gente posible para dar con las tres cuestiones básicas que nos exigía el proyecto: el parecido físico con las personas que vivieron la tragedia, las exigencias físico-emocionales que la experiencia del rodaje iba a demandar y que los candidatos pudiesen disponerse a nivel actoral a todo el recorrido de los personajes”, dice la directora de casting, María Laura Berch, quien ha trabajado con directores como Diego Lerman, Lucía Puenzo y la peruana Claudia Llosa.
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Nominada. La película podría ser candidata al Óscar a mejor filme internacional. Foto: difusión
Dos mil personas asistieron a las pruebas. La primera etapa empezó en el lugar de la tragedia, cuando un equipo especializado fotografió cada hora durante cuatro semanas. “Cuando J. A. vino por primera vez, en una charla mirando el cielo, nos contó que él quería venir personalmente justo para ‘pedir permiso’ para filmar esta historia, y creemos que eso lo resume todo”, dicen los expertos Bianca Fidani y Damián Benegas.
Antes de viajar, desarrollaron una aplicación parecida a un videojuego, para que el director pudiera planificar lo que iba a necesitar para la película. Luego pudieron unir lo que encontraron con fotos, cámara de cine, drones y helicópteros.
La segunda etapa del rodaje fue en la estación española de esquí de Sierra Nevada, en Granada, que fue elegida por su altitud ideal: 3.000 metros. La tercera etapa en locaciones de Chile y Uruguay. “El rodaje continuó en Madrid con la recreación (en los estudios de Netflix en Tres Cantos) del fatídico accidente aéreo y culminó con el regreso de parte del equipo al Valle de las Lágrimas, en Los Andes”.
Netflix anunció el rodaje a fines del 2021; dos años después logró ser nominada a mejor película de habla no inglesa en los Globo de Oro y los Critics Choice Awards. La cinta significa la primera en español que dirige Bayona luego de 15 años. “A las inseguridades de cualquier director, se le unía la desventaja de no poder defenderte en tu idioma”, explica sobre las producciones en inglés. “Hubiera deseado rodar La sociedad de la nieve antes, pero financiar esta película nos ha costado diez años. Tuve que rodar Jurassic World: el reino caído y Los anillos de poder para ganarme el derecho a dirigir esta historia como debía ser: en su idioma original, en los lugares donde sucedió y con la ambición con la que abordamos el proyecto. Rodar esta película fue liberador, no solo por el idioma, sino porque me permitió reencontrarme como director”.