“Al menos necesito dos proyectos en los que no repita estética”, dice la protagonista de la segunda serie más vista en la historia de Netflix, la española Úrsula Corberó, quien cambió de look para diferenciarse de Tokio y encarar el rodaje de ‘El cuerpo en llamas’, la miniserie de la plataforma que ficcionará uno de los escándalos que más debate social ha generado en la última década en España: el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona. Ella será Rosa Peral, la agente de la Policía condenada a 25 años por asesinar en mayo del 2017 a su novio.
“Sé que hay mucho morbo alrededor de Rosa Peral, pero si dejaba pasar este papel, me iba a morir de la rabia. Es dificilísimo encontrar personajes protagonistas con ese peso, matiz y profundidad”, respondió Corberó en una entrevista a El País y confiesa haberse tomado un tiempo para debatir si aceptaba interpretar este personaje tras el impacto de ‘La casa de papel’.
Su personaje será una visión más allá de la moraleja plana de la femme fatale. “Creo que si intriga tanto es porque a la gente le cuesta imaginarse a una asesina siendo madre y sexualmente activa. Eso es lo que les vuela la cabeza; pero estos casos, desgraciadamente, pasan. Esta también es la historia de cómo se puede sepultar a una mujer. En mi personaje hay muchos huecos informativos, y eso es lo más interesante de este proyecto: explorar los grises. Porque, aunque tú hayas hecho una cosa horrible, eso no significa que no te puedan pasar cosas malas a ti también”.
El rodaje de la esperada miniserie se inició en setiembre. “Hay proyectos que se hacen por romanticismo y otros por interés para llegar a otras metas. Yo a Rosa Peral la hago movida por mis entrañas”, agrega la actriz a la espera del estreno del thriller de acción Lift y también ha rodado en Nueva York otra película de “la que no puede desvelar más”.
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Corberó se embarcó en las producciones tras un año y medio sin trabajar después de finalizar ‘La casa de papel’. Comentó que fue un parón profesional autoimpuesto que la llevó a meditar qué pasos debía dar después de una serie que la hizo “tan famosa como para que Madonna la parase en un avión”. La actriz recuerda y señala que “este impase no ha sido agradable. Me he hecho unas preguntas rarísimas y lo he vivido con altibajos. Después de una cosa tan heavy, te dices: ‘Vale, ahora viene el declive, ¿no?”.
El éxito mundial llegó cuando ‘La casa de papel’ entró al catálogo de Netflix y continuó en pleno confinamiento. “Si te soy sincera, para mí la lectura de la pandemia es horrible, algo macabra. Me levantaba y me explotaba Instagram, con seguidores desde la India hasta Estados Unidos, y me pasé dos semanas haciendo promoción con Zooms delirantes, fingiendo que todo estaba genial y mandando ánimos a gente que lo estaba pasando fatal cuando yo era la menos indicada porque lo estaba diciendo desde el privilegio”.