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Cine y series

"The Mandalorian" es el camino para Star Wars; pero Boba Fett, una replica insípida

Nada nuevo bajo el sol de Tatooine. El famoso cazarrecompensas es una hoja en blanco, pero los guionistas se esmeraron en quitarle todo halo de misterio, atractivo y distintivo.

larepublica.pe
El misterioso personaje reveló su rostro en el primer capítulo del show después de 38 años. Foto: composición / Lucasfilm

No todos los western tienen lugar en el viejo oeste. No todos los vaqueros usan sombrero ni montan caballo. Este es el caso del verdadero Star Wars creado por George Lucas. El Episodio IV: una nueva esperanza fue el principio de una trilogía inolvidable, una odisea que nos remontó a una galaxia muy muy lejana que se expandió hasta nuestro presente. Las secuelas nunca fueron tan buenas como las originales, pero destellos de grandeza nunca faltaron.

Quién habría imaginado que un universo tan grande podría lucir tan bien en la pantalla chica. En asociación con Disney, Lucasfilm lanzó las primeras series de la franquicia, retomando el espíritu del western más añejo. The Mandalorian fue una apuesta ganadora que impresionó a los fanáticos y The book of Boba Fett no tardó en seguir sus pasos. Sin embargo, dos capítulos ya emitidos dejaron claro que este no es el camino.

De eterno secundario a protagonista de su propio show, Boba Fett se convirtió en la estrella absoluta, 44 años después de su primera aparición. En la trilogía original, estuvo poco más de dos minutos y solo tuvo cuatro momentos de diálogo. Ahora, que el cazarrecompensas tiene un total de siete episodios, la ilusión de los fans murió así como toda la pompa alrededor. Por el momento, solo ha demostrado que no está a la altura de un rol estelar.

El mayor problema es que The Mandalorian llegó antes que The book of Boba Fett a Disney Plus. No era sorpresa y lastimosamente ocurrió: el segundo programa palidece para salir de su sombra por compartir muchas similitudes. Luego de dos episodios, la historia parece una réplica débil del show predecesor. Más de lo mismo, pero con errores creativos, falta de inspiración y una linealidad cero estimulante.

Como daño colateral, también perdió atractivos que eran propios de su protagonista y cometió el error de mantener su identidad al descubierto. El halo de intriga y parafernalia que acompañaba al personaje se perdió tan rápido como la decepción de sus seguidores al ver el resultado. Peor aún, los guionistas se han encargado de reducirlo a un mandalorian más sin brillo, carisma ni personalidad.

Si la bota le queda o no, aún es muy temprano para lanzar juicios definitivos. Quedan cinco episodios para que el personaje encuentre la gran aventura que los fans imaginaban. Se trata de una hoja en blanco y una oportunidad única para que los guionistas hagan justicia al incomprendido fanatismo del cazarrecompensas más querido del espacio.