Tras la demanda que Scarlett Johansson entrabló contra Disney, la misma que sacudió la industria cinematográfica, más de uno se preguntaba si la actriz tendría la oportunidad de volver a ser parte del Universo Cinematográfico de Marvel.
Con la accion legal resuelta fuera de los tribunales, el último jueves 18 de noviembre la intérprete y Kevin Feige, CEO de Marvel Studios, se volvieron a encontrar en la gala 35 del American Cinematheque Award, premio donde además se reconoció la trayectoria de Johansson.
El representante de Marvel fue una de las personas que rindió homenaje a Scarlett Johansson en la gala. Más allá de hablar sobre el hito que marcó en el UCM, fanáticos resaltan el adelanto que dio sobre “el proyecto secreto” que vienen trabajando en conjunto. Eso sí, mencionó que no tiene nada que ver con Black Widow o el personaje de Natasha Romanoff.
“Scarlett ha prestado su talento y poder al Universo Cinematográfico de Marvel durante más de una década. Estoy agradecido de que haya sido elegida para desempeñar un papel clave en él durante tantos años. Tenerla ella en el proyecto ha sido una de las colaboraciones más memorables y gratificantes de mi carrera. Estamos trabajando con Scarlett en otro proyecto secreto de Marvel Studios no relacionado con Black Widow, sino con ella como productora“, comentó.
Scarlett Johansson busca que sus derechos por el lanzamiento sean reconocidos. Foto: composición/Disney/Marvel Studios
Con la expansión de la pandemia en los últimos meses, muchos estudios optaron por lanzar sus películas tanto en cines como a través de las plataformas de streaming. Sin embargo, muchos de sus protagonistas no estuvieron conformes con esta mecánica, ya que alegaron perdidas económicas. Una de ellas fue Scarlett Johansson.
Cuando se anunció el estreno de Black Widow, Disney llevó la película tanto a la pantalla grande como a través de Disney Plus, algo que no gustó para nada a Johansson. En agosto pasado, la actriz declaró que la decisión estaba fuera de los márgenes de su contrato con la compañía, ya que sus ganancias iban a estar en función al desempeño del largometraje en la taquilla. Con aquel precedente, ambas partes se enfrascaron en una polémica batalla legal que llegó a su fin, fuera de los tribunales, en septiembre.