El diablo viste a la moda se ha convertido en una película de culto, gracias a la historia y actuaciones de los protagonistas. Si bien Anne Hathaway robó corazones como Andy Sachs, Meryl Streep se robó las luces al encarnar a Miranda Priestly.
El personaje de Streep se inspiró en Anna Wintour, directora de Vogue en los Estados Unidos, y le consiguió una nominación como mejor actriz en los premios Oscar. Sin embargo, la aclamada interpretación le costó más de lo imaginado.
“¡Fue horrible! Estaba en mi remolque. Podía escucharlos a todos mecerse y reír. ¡Estaba tan deprimida! Dije: ‘¡Bueno, es el precio que pagas por ser la jefa!’ ¡Esa fue la última vez que intenté algo con la actuación de método!”, contó la actriz en una entrevista para Entertainment Weekly.
Tras esto, contó uno de los momentos clave durante el rodaje. “Hay una escena en la que ella dice: ‘Eres tan decepcionante como el resto de esas chicas tontas’. La presión realmente me afectó (...) Recuerdo haber tenido la experiencia de verla mirarme, y alteró su actuación muy levemente. Lo hizo un poco diferente, sacó más de mí y me hizo romper cualquier barrera que tuviera”.
The devil wears Prada es una de las películas más populares del 2006. Foto: composición/20th Century Studios
En el vertiginoso mundo de la moda de Nueva York, la cumbre del éxito la representa la revista Runway, dirigida con mano de hierro por Miranda Priestly. Trabajar como ayudante de Miranda podría abrirle cualquier puerta a Andy Sachs, si sobrevive a su exigente jefa.
Rápidamente, Andy comprende que para triunfar en ese negocio necesitará algo más que iniciativa y preparación. Y la prueba está delante de ella, vestida de pies a cabeza de Prada.