Stanley Kubrick fue un obseso perfeccionista que concebía sus obras con una precisión quirúrgica. En su afán de no repetirse a sí mismo, abordó cada género cinematográfico que tuvo por delante: noir, péplum, drama, comedia, terror, bélico, ciencia ficción... ni las limitaciones de su tiempo supusieron un límite.
“No solo dominaba todos los géneros, sino que pretendía hacer la película definitiva sobre ellos”, sostiene el crítico Carlos Boyero. No cabe duda que Kubrick nació para filmar y no habría obstáculo para volver realidad sus sueños, ensoñaciones diurnas y pesadillas.
El cineasta era un genio adelantado a su tiempo, pero acarreaba todos los problemas de su condición. El guionista Frederic Raphael hablaba de Stanley, el tirano, el hombre de hielo, el hermético y muchos de los actores que trabajaron con el director daban fe de ello. No obstante, el resultado de sus métodos habla por sí solo.
En motivo al 92° aniversario de su nacimiento, te compartimos las películas más aclamadas de su carrera y que lo convirtieron en una leyenda de la industria del cine.
Aunque él solo empezaba, Stanley Kubrick desmostó su domino del género noir. La trama narra un robo meticulosamente planeado, pero el plan comienza a tambalearse cuando se revelan los detalles del atraco.
Impresionante película antimilitarista, en la que unos soldados se enfrentan a un angustioso consejo de guerra acusados de cobardía. En la retina quedarán para siempre los travelling por las trincheras y la emocionante escena final.
Kubrick se embarca en pleno rodaje y deja la impronta de su genio, creando una historia épica. Calidad y entretenimiento por igual, a un nivel pocas veces igualado en el género histórico.
La apuesta era arriesgada, pero Kubrick tomó la novela de Nabokov y se atrevió con la turbulenta relación de un hombre y su hijastra adolescente, creando una película bella, sugerente y dura.
La más demoledora sátira sobre la guerra fría y el peligro atómico en la historia del cine. El genio creador de Kubrick desborda la crítica más ácida en cada secuencia así como un apabullante dominio técnico para relatar esta delirante odisea.
La película de ciencia-ficción por excelencia narra los diversos periodos de la historia de la humanidad. A través de partes mudas y deliberadamente hipnóticas, la cinta consigue una majestuosidad semejante al ballet.
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Encarnizada representación de una sociedad futura consumida por la violencia y el salvajismo. Aún hoy en día la película no pierde vigencia y encierra una gran sabiduría. Una pesadilla brillante.
Técnicamente asombrosa y despiadada en sus dudas sobre la bondad humana, pero emocionalmente distante, La película tiene la arrogancia del genio. Una obra maestra espléndida que borda la época. Es conscientemente una pieza de museo.
Kubrick adaptó obra de Stephen King y se propuso rodar los vericuetos de una esquizofrenia maníaca. A diferencia de lo habitual en el género, el director no se refugió en la oscuridad y consigue algunas de las escenas más impactantes del cine de terror de las últimas décadas.
Un grupo de reclutas se prepara en Parris Island, centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Allí está el sargento Hartman, duro e implacable, cuya única misión en la vida es endurecer el cuerpo y el alma de los novatos.
Se trata de un mundo dominado por el sexo, y el hedonismo se abre ante el protagonista. Compleja, insólita y adulta obra póstuma del director. “Nunca terminó. Nunca era lo suficientemente perfecto”, declaró Nicole Kidman sobre la forma de trabajar del cineasta.