La secuela directa de Terminator 2 viene siendo un rotundo fracaso. Terminator: Dark Fate ha recaudado tan solo 125 millones de dólares en Estados Unidos luego de haber gastado 185 millones en gastos de marketing.
A pesar del regreso de James Cameron, Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger, la película estaría en búsqueda de un milagro para no generar más perdidas en su recorrido en las salas. Es por ello que salta la pregunta, ¿por qué el fracaso?
Rob Liefeld, artista y creador de Deadpool, ha declarado la razón del porqué Terminator: Dark Fate ya no le interesa a la gente. La declaración se dio a través de FaceTime, donde conversó con su hijo de 19 años.
"Nunca hemos visto una película de Terminator“, comentaron los compañeros de cuarto de su hijo el jueves pasado en FaceTime que tienen 19 años. “Nunca he visto una película de Terminator contigo papá, agregó mi hijo. Me quedé estupefacto por la fría y dura verdad”.
Según el creador de Deadpool, él y otros fans de Terminator de su generación no transmitieron el amor de la saga hacia sus hijos, por lo que esta terminó muriendo con ellos.
"En ese momento me di cuenta de que las películas de Terminator no se transmitían a las familias como otras franquicias. La serie alcanzó su punto máximo y, a todos los efectos, murió, con chicos de mi edad. No he visto ninguno de esas con mis hijos. Tienen indiferencia hacia ellas. Lección que necesitaba aprender y aplicar”.
Películas
1995–1997 (línea temporal de Terminator 3) Editar
Tres años después, tras entrenar a John, y asegurándose que el Día del Juicio Final no tiene lugar en su fecha original, Sarah Connor muere en 1997 de leucemia. Fue incinerada en México, y sus amigos esparcieron su ceniza por el mar.
440,6 millones USD
Reparto. Arnold Schwarzenegger es el Terminator T-800: un cyborg (organismo cibernético) asesino modelo Cyberdyne 101 enviado desde el futuro para exterminar a Sarah J. Connor, madre de John Connor, líder de la resistencia humana en el futuro.