Una investigación de la Universidad de Michigan ha determinado que la desaceleración de la rotación de la Tierra está estrechamente vinculada con el aumento de oxígeno en la atmósfera, un factor clave para la evolución de la vida. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, la prolongación gradual de la duración de los días permitió a las cianobacterias, microorganismos fundamentales en el proceso de fotosíntesis, generar cantidades significativamente mayores de oxígeno.
Los científicos explicaron que las cianobacterias, microorganismos capaces de realizar fotosíntesis, tuvieron un papel clave en este proceso. A medida que los días se alargaron, estas bacterias contaron con más tiempo para liberar oxígeno, lo que marcó el inicio del Gran Evento de Oxidación hace 2.4 mil millones de años, un cambio fundamental para la evolución de la vida multicelular.
Los microorganismos responsables de la fotosíntesis, aprovecharon los días más largos para producir mayores cantidades de oxígeno.
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La ralentización de la rotación de la Tierra se debe a la influencia gravitacional de la Luna. Este fenómeno, conocido como desacoplamiento gravitacional, provoca que el satélite natural se aleje gradualmente de nuestro planeta, a razón de 3.8 centímetros por año. Este proceso genera un efecto de fricción que reduce la velocidad de rotación terrestre.
Evidencias fósiles revelan que hace 1.4 mil millones de años los días duraban apenas 18 horas. Hace 70 millones de años, los días eran 30 minutos más cortos que en la actualidad. Actualmente, la duración del día aumenta en 1.8 milisegundos por siglo, un cambio imperceptible para los humanos, pero con consecuencias significativas a lo largo de miles de millones de años.
Además, este fenómeno ha influido en la evolución de la vida en la Tierra. Los ciclos biológicos, como el ritmo circadiano de los organismos, se adaptan a los periodos de luz y oscuridad. A medida que estos ciclos se han modificado con el tiempo, también han impactado en la forma en que las especies han evolucionado para sobrevivir y prosperar en un planeta en constante cambio.
La desaceleración de la rotación de la Tierra está relacionada con la influencia gravitacional de la Luna.
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Los días más largos proporcionaron a las cianobacterias más horas de luz solar para realizar fotosíntesis, aumentando la liberación de oxígeno. En el Lago Hurón, los investigadores estudiaron una comunidad microbiana moderna que recrea las condiciones de este fenómeno. Estas bacterias, al exponerse a la luz, requieren varias horas para iniciar la producción de oxígeno. Esto sugiere que durante el Gran Evento de Oxidación, la duración del día fue un factor crucial para la acumulación de oxígeno en la atmósfera.
Los modelos científicos mostraron que el aumento del oxígeno no solo ocurrió durante este evento, sino también en el Evento de Oxigenación Neoproterozoica, hace entre 550 y 800 millones de años. Este proceso permitió la diversificación de organismos complejos y la aparición de los primeros animales.
Las cianobacterias transformaron la atmósfera primitiva del planeta al liberar oxígeno durante la fotosíntesis. Estos microorganismos competían con bacterias que metabolizan azufre en condiciones de escasa luz. Según la geomicrobióloga Judith Klatt del Instituto Max Planck, "la interacción entre microbios y luz solar fue esencial para entender cómo surgió el oxígeno en la atmósfera".
Los estudios han demostrado que estas comunidades microbianas son sensibles a los cambios en la duración del día, lo que refuerza la relación entre los procesos planetarios y la evolución biológica. Este vínculo entre la rotación de la Tierra y la actividad de los microorganismos resalta la conexión entre la mecánica celeste y la biología terrestre.