La secuenciación genética en recién nacidos está revolucionando el cribado neonatal. Un nuevo estudio, llamado GUARDIAN, ha demostrado que el análisis genómico puede identificar decenas de enfermedades genéticas tratables antes de que los síntomas aparezcan y causen daños irreversibles. Este análisis se realizó en 4,000 recién nacidos en Nueva York y encontró problemas de salud en un 3% de los casos, una cifra significativamente superior a la obtenida con el cribado neonatal tradicional.
El cribado neonatal convencional, implementado en hospitales desde 1963, se basa en una muestra de sangre tomada del talón del recién nacido y puede detectar condiciones tratables en uno de cada 300 bebés. Sin embargo, con esta tecnología, solo es posible identificar cerca de diez trastornos, lo cual limita el alcance de diagnóstico. La incorporación de la secuenciación genética a gran escala podría transformar esta realidad y ampliar el acceso a tratamientos para enfermedades raras que, de otro modo, pasarían desapercibidas.
La secuenciación genética en recién nacidos permite detectar una mayor variedad de enfermedades, superando el alcance del cribado neonatal tradicional. A diferencia de este último, que se limita a analizar ciertos biomarcadores específicos, el estudio de ADN profundiza en el análisis de variaciones genéticas relacionadas con más de 450 enfermedades. El estudio GUARDIAN es pionero en esta área y pretende involucrar a más de 100,000 recién nacidos en los próximos años para evaluar la viabilidad de implementar la secuenciación genética en hospitales de manera rutinaria.
El estudio GUARDIAN ha demostrado que el cribado genómico puede detectar hasta 450 enfermedades raras y tratables. Foto: Pexels
Según los resultados iniciales publicados en la revista JAMA, el cribado genómico detectó 156 trastornos genéticos de aparición temprana en los recién nacidos, todos ellos con posibilidad de tratamiento, una cifra que destaca en comparación con los diez trastornos que se identifican actualmente. Este avance en el diagnóstico genético no solo es más accesible gracias a la reducción de los costos en pruebas de ADN, sino que también ofrece una alternativa económica para expandir la detección de enfermedades tratables en la infancia.
En el estudio GUARDIAN, el resultado positivo más común fue la deficiencia de G6PD, un trastorno metabólico hereditario que afecta a más de un 2% de la población estadounidense. Otros trastornos identificados incluyen inmunodeficiencias graves y condiciones tratables como el síndrome de QT largo, la acondroplasia y la enfermedad de Wilson. Estas enfermedades son difíciles de diagnosticar sin una prueba genética específica, y su identificación temprana abre la posibilidad de iniciar tratamientos antes de que se presenten síntomas irreversibles.
El estudio identifica a las enfermedades en su etapa temprana y permitirá salvar la vida de millones de recién nacidos. Foto: Pexels
Una de las mayores ventajas de esta tecnología radica en su capacidad para identificar enfermedades cuya detección es compleja o poco viable en un cribado tradicional, ya que muchas de ellas no tienen biomarcadores específicos en sangre. En algunos casos, la secuenciación genómica ha salvado vidas, como la de un bebé en el estudio que presentaba una inmunodeficiencia grave. Este diagnóstico fue crucial, ya que permitió un trasplante de médula a tiempo para evitar consecuencias fatales.
La implementación del cribado genómico ha sido recibida con interés y apoyo por parte de los padres. En el marco del estudio GUARDIAN, el 72% de los padres aceptaron someter a sus hijos a la secuenciación genética. De esta muestra, la mayoría de los participantes también aprobó la inclusión de pruebas opcionales para detectar trastornos del neurodesarrollo, demostrando la voluntad de contar con herramientas de diagnóstico que aseguren la detección temprana de afecciones.
Los expertos destacan que esta aceptación demuestra una tendencia hacia una mayor concienciación sobre la importancia del diagnóstico genético temprano en los recién nacidos. Wendy Chung, jefa de pediatría del Hospital Infantil de Boston y líder del estudio, afirma que muchos padres han expresado su gratitud al poder evitar las "odiseas diagnósticas", en las cuales los síntomas de una enfermedad tardan años en identificarse. Para ella, la secuenciación genética no solo representa un avance tecnológico, sino también una herramienta fundamental para mejorar la salud infantil.