El Premio Nobel de Física 2024 ha sido otorgado a dos figuras clave en el desarrollo de la inteligencia artificial: John Hopfield y Geoffrey Hinton. Ambos científicos han transformado el modo en que las máquinas aprenden y procesan información, utilizando modelos inspirados en el cerebro humano para almacenar, reconocer y generar patrones. Sus avances han sido fundamentales para el desarrollo de aplicaciones que hoy son parte de nuestra vida diaria, como los sistemas de reconocimiento facial y los asistentes virtuales.
La Real Academia Sueca de Ciencias destacó que sus descubrimientos han sido fundamentales para aplicaciones tecnológicas en diversos sectores, desde la física hasta el reconocimiento de patrones en imágenes. Este galardón, con una dotación de 11 millones de coronas suecas, resalta la importancia de su trabajo para el desarrollo de sistemas autónomos capaces de aprender y mejorar a partir de la experiencia, tecnología que hoy resulta clave en el procesamiento de información y el desarrollo de la inteligencia artificial avanzada.
John Hopfield, profesor emérito de la Universidad de Princeton, es conocido por desarrollar una red neuronal que almacena y recupera recuerdos de manera similar al cerebro humano. En 1982, introdujo un modelo que revolucionó el aprendizaje automático, al permitir que las máquinas pudieran almacenar patrones, como imágenes, y reconstruirlos a partir de versiones incompletas o distorsionadas. Este avance sentó las bases de las primeras redes neuronales asociativas, donde las imágenes eran almacenadas como patrones de energía baja dentro de la red.
Por su parte, Geoffrey Hinton, profesor emérito de la Universidad de Toronto y frecuentemente llamado "el padrino de la IA", fue más allá al incorporar probabilidades en el sistema de Hopfield. Con su invención de la máquina de Boltzmann, Hinton logró que las redes neuronales pudieran identificar características dentro de los datos y generar nuevas imágenes basadas en los patrones aprendidos. Este modelo es uno de los pilares de las redes neuronales profundas utilizadas en la actualidad, las cuales permiten el procesamiento y clasificación de grandes cantidades de datos, como fotografías y videos.
Ambos científicos usaron herramientas de la física para desarrollar métodos que hoy forman el corazón de la inteligencia artificial. Sus investigaciones, realizadas desde la década de 1980, siguen siendo una referencia clave en el aprendizaje automático.
Los ganadores del Premio Nobel de Física 2024 fueron anunciados el 8 de octubre. Foto: AFP
John Hopfield, nacido en 1933, ha tenido una distinguida carrera como físico teórico y neurocientífico. Su trabajo ha sido influyente no solo en la física, sino también en la biología y las ciencias de la computación. Además de su red neuronal asociativa, ha contribuido a otros campos interdisciplinarios, donde sus teorías sobre el procesamiento de la información en el cerebro continúan siendo un punto de referencia.
Geoffrey Hinton, nacido en 1947, ha sido una figura central en el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. A lo largo de su carrera, ha trabajado en la Universidad de Toronto y más recientemente en Google, antes de dejar la empresa en 2023 para alertar sobre los peligros que la inteligencia artificial podría traer al futuro de la humanidad. A Hinton se le reconoce no solo por su trabajo técnico, sino también por su visión crítica sobre el impacto de la IA en la sociedad.
El legado de ambos científicos se extiende más allá de la academia, habiendo creado los fundamentos de lo que hoy llamamos IA moderna. Sus contribuciones han sido aplicadas en un sinfín de industrias, desde la tecnología hasta la medicina, pasando por la ciencia de los materiales.
Durante la rueda de prensa tras el anuncio del Nobel, Geoffrey Hinton se mostró sorprendido por el reconocimiento. “Estoy estupefacto, no tenía idea de que esto iba a suceder", comentó desde un hotel donde se encontraba, vía llamada. Sin embargo, sus declaraciones no se limitaron a los logros técnicos. Hinton, conocido por sus advertencias sobre los riesgos de la inteligencia artificial, reiteró sus preocupaciones sobre el futuro de la humanidad si las máquinas llegan a superar la capacidad intelectual de los seres humanos. Para el físico, el desarrollo de la IA podría ser comparable a la Revolución Industrial, con impactos profundos en el mercado laboral y en la estructura misma de la sociedad.
Por su parte, John Hopfield, a sus 91 años, destacó la importancia de su red neuronal en la investigación científica y expresó su agradecimiento por el reconocimiento. Durante su intervención, señaló que, aunque el desarrollo de estas redes comenzó como una simple analogía con el cerebro humano, nunca imaginó el impacto tan extenso que tendría en la ciencia moderna y en aplicaciones tecnológicas cotidianas. "Este reconocimiento es una muestra de cómo la ciencia puede superar nuestras propias expectativas", afirmó el galardonado, añadiendo que este premio también es un tributo a la colaboración interdisciplinaria entre la física, la biología y la informática.