El estudio de los movimientos geológicos de los continentes ha revelado fenómenos sorprendentes a lo largo de los años. En algunos casos, estos movimientos pueden parecer imperceptibles, pero sus efectos a largo plazo podrían ser significativos. Recientes investigaciones científicas han señalado un fenómeno en uno de los continentes, algo que ha despertado preocupación entre los expertos debido a las posibles repercusiones al planeta.
La elevación debido a la interacción entre la capa de hielo con la tierra que se encuentra debajo no ha pasado desapercibida en la comunidad científica. Aunque podría parecer una simple alteración geográfica, este fenómeno tiene el potencial de desencadenar una serie de efectos negativos que podrían afectar tanto al medio ambiente. Los especialistas advierten que las consecuencias podrían ser "destructivas", subrayando la gravedad de la situación.
Un estudio de la Universidad McGill en Canadá, ha descubierto que la Antártida está experimentando dichos cambios. Las mediciones científicas revelaron que la tierra sólida que sostiene la capa de hielo antártica está cambiando de manera rápida: en lugar de tomar miles de años, la elevación del terreno bajo el hielo en retroceso se está produciendo en cuestión de décadas.
La Antártida es un continente inhóspito que es centro de atención para diversas comunidades científicas. Foto: Freepik
A medida que el hielo se derrite, el peso que ejerce sobre la tierra disminuye, permitiendo que el continente se eleve. Este proceso, conocido como "equilibrio isostático", no solo afecta la topografía del continente, sino que también tiene el potencial de alterar los patrones climáticos y el nivel del mar en todo el planeta. La liberación de grandes cantidades de agua dulce en los océanos podría desestabilizar las corrientes marinas y aumentar el riesgo de inundaciones en regiones costeras de todo el mundo.
Si las emisiones son reducidas, limitando el calentamiento global, el levantamiento posglacial podría funcionar como un freno natural a la pérdida de masa glaciar, al elevar el hielo y ralentizar su movimiento desde la tierra hacia el océano. El estudio encontró que esta dinámica podría disminuir la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar en hasta un 40 por ciento.
La Universidad McGill de Canadá, realizó las mediciones en el continente antártico para estudiar el lecho rocoso. Foto: Universidad McGill
A través de un comunicado, la profesora Natalya Gómez, del departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de McGill, indicó que comprender este fenómeno es crucial para los 700 millones de personas que viven en las zonas costeras y que se verían afectadas. “Nuestros hallazgos muestran que, si bien es inevitable que se produzca cierto aumento del nivel del mar, una acción rápida y sustancial para reducir las emisiones podría prevenir algunos de los impactos más destructivos del cambio climático, en particular para las comunidades costeras”, afirmó.
El equipo de investigadores llegaron a sus conclusiones desarrollando un modelo tridimensional del interior de la Tierra basado en mediciones geofísicas obtenidas a través del proyecto ANET-POLENET, conocido en el uso a gran escala de instrumentos altamente sensibles para registrar el levantamiento del lecho rocoso y las señales sísmicas en amplias zonas del continente.
Las montañas antárticas son las plataformas que sirven para recopilar datos sísmicos. Foto: Universidad McGill
Las extensas mediciones de campo realizadas por este proyecto fueron fundamentales para identificar las variaciones tridimensionales del manto antártico, que luego se incorporaron en el estudio. Estas mediciones permitieron a los científicos caracterizar con mayor precisión los movimientos y cambios geológicos.
La Antártida desempeña un papel crucial en la regulación del clima global debido a su vasta capa de hielo, que actúa como un reflector natural de la radiación solar, ayudando a mantener las temperaturas globales más bajas. Además, este continente alberga aproximadamente el 70% del agua dulce del planeta en forma de hielo. La estabilidad de estas masas de hielo es esencial para prevenir un aumento significativo en el nivel del mar.
La Antártida alberga especies que solo son encontradas en esta región. Foto: AFP
Además de su impacto en el clima, la Antártida es un laboratorio natural para la ciencia, proporcionando información vital sobre la historia de la Tierra y los efectos del cambio climático. Los estudios en la región han permitido a los científicos comprender mejor los ciclos climáticos pasados y prever futuros cambios. La Antártida también es un ecosistema único, hogar de especies adaptadas a condiciones extremas, cuya preservación es fundamental para la biodiversidad global.