Desde su llegada a Marte en el 2021, el rover Perseverance de la NASA recorre la superficie del planeta rojo con el fin de detectar rastros de vida microbiana. Los instrumentos del astromóvil acaban de descubrir, mediante escaneos, una roca singular que alberga compuestos orgánicos.
El hallazgo se efectuó cuando el robot transitaba en las inmediaciones de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial de 400 metros de ancho. "Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora", comentó un científico de Caltech.
El equipo científico del rover Perseverance de la NASA, que aterrizó en Marte en febrero del 2021, ha centrado su atención en una roca denominada Cheyava Falls. Este objeto compacto, que tiene la forma de una punta de flecha, presenta características intrigantes que podrían ofrecer pistas sobre la posible existencia de vida microscópica en el pasado remoto del planeta.
Los instrumentos a bordo del Perseverance han revelado que la roca posee propiedades que podrían ser indicativas de vida antigua. Sus características químicas y estructuras parecen haberse formado hace miles de millones de años, en una época en que la zona explorada contenía agua corriente. "El equipo científico está considerando otras explicaciones para las características observadas y se requerirán pasos futuros de investigación para determinar si la vida antigua es una explicación válida", explicó la NASA en un comunicado abierto al público.
A la izquierda se muestra el agujero de donde el Perseverance tomó parte de la roca. Foto: NASA
El 21 de julio de este año, mientras el Perseverance exploraba el borde norte del Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial, recolectó la muestra de roca número 22. Este valle, de 400 metros de ancho, fue esculpido por el agua que alguna vez fluyó hacia el cráter Jezero. Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, comentó sobre la importancia de esta recolección: “Diseñamos la ruta de Perseverance para asegurarnos de que llegue a zonas con potencial para obtener muestras científicas interesantes”.
El instrumento SHERLOC del rover ha realizado múltiples escaneos de Cheyava Falls y descubrió compuestos orgánicos en la roca. Aunque estas moléculas basadas en carbono son fundamentales para la vida, también pueden formarse a través de procesos no biológicos. Ken Farley, científico del proyecto Perseverance en Caltech, resaltó la importancia del hallazgo: “Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora”.
La roca, de 3,2 por 2 pies (1 metro por 0,6 metros), presenta grandes vetas blancas de sulfato de calcio y bandas rojizas de hematita, un mineral que contribuye al característico tono oxidado de Marte. Examinando más de cerca, el Perseverance encontró manchas blanquecinas rodeadas de material negro, similares a las manchas de un leopardo. El instrumento PIXL del rover determinó que estos halos negros contienen hierro y fosfato.
Cámaras del rover Perseverance. Foto: NASA
David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico de Perseverance, explicó que características similares en rocas de la Tierra suelen estar asociadas con microbios fosilizados del subsuelo. Las reacciones químicas que involucran hematita podrían darle sentido al cambio de color de la roca y la formación de halos negros, fuente de energía para los microbios.
Una teoría sugiere que Cheyava Falls se formó inicialmente como lodo con compuestos orgánicos que se cementaron en roca. Posteriormente, un segundo episodio de flujo de fluido depositó minerales en las fisuras de la roca y creó las vetas blancas de sulfato de calcio y las manchas observadas hoy.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para entender la historia de Marte y la potencial existencia de vida en el pasado, por lo que se requieren investigaciones futuras para profundizar en estas hipótesis.