El calentamiento global está afectando la vida de animales y plantas en el mundo, lo que ha llevado a varias especies al peligro de extinción en los últimos años, o incluso a su desaparición en algunas zonas del planeta. Recientemente, un estudio publicado en la Revista del Instituto de Investigación Botánica de Texas ha informado del primer caso de una planta extinta por el aumento del nivel del mar al sur de Florida.
De nombre científico Pilosocereus robinii, que hace referencia a su peculiar presencia de pelos, el cactus Key Largo es una especie endémica de los Cayos de Florida. Sin embargo, la última población de la planta en esta zona ha desaparecido por la intrusión de agua salada.
“Su declive y extirpación inminente se corresponden con el aumento del nivel del mar en la región. Los demás cactus de la región, y todas las plantas raras de los Cayos de Florida, están amenazados con un destino similar”, se indica en el artículo de investigación.
Los frutos del cactus atraen a aves. Foto: Susan Kolterman
El cactus Key Largo es considerado una de las plantas raras del sur de Florida. Sus tallos son de color verde azulado y pueden alcanzar hasta 10 metros de altura.
Sus flores son de pétalos grandes y de colores crema claro o rosado. Se abren solo durante la noche. Según EcoWatch, producen un aroma a ajo que atraen a murciélagos polinizadores.
Los cactus Key Largo también producen unos frutos de color rojo púrpura que contienen numerosas semillas negras. Usualmente, son alimento de aves y pequeños mamíferos del lugar.
Estos cactus de los Cayos de Florida se parecen a otros denominados Key, pero se diferencian notablemente por un mechón de pelos largos. Además, sus espinas son el doble de largas.
El cactus de Key Largo produce mechones gruesos de pelos blancos enmarañados antes de florecer. Foto: Susan Kolterman
En 1984, el cactus Key Largo fue clasificado como especie en peligro de extinción a nivel federal. Pero, su población continuó en disminución. Según el Museo de Florida, descendió un 84% entre 1994 y 2007.
Investigaciones a partir de 2007, realizadas junto a administradores de tierras locales, impulsaron el monitoreo de los cactus en toda la zona. Los estudios revelaron niveles más altos de sal en el suelo de cactus muertos, luego de una marejada ciclónica.
“En 2011, comenzamos a ver inundaciones de agua salada debido a las mareas altas en el área. Eso limita la cantidad de agua dulce disponible para los pequeños mamíferos y podría estar relacionado con el motivo por el cual los herbívoros atacaron este cactus, pero no podemos decirlo con certeza”, ha indicado James Lange, investigador que participó de los estudios, del Jardín Botánico Tropical Fairchild.
Los científicos que estudian al cactus han asegurado que su población no sobrevivirá. La especie es cultivada en invernaderos o entornos exteriores controlados, pero se desconocen si crecen naturalmente en otras zonas de Estados Unidos.
Asimismo, se estima que la inminente extinción total de la especie refleja lo que ocurrirá con otras plantas que viven en contexto parecido. “Nuestra investigación en el sur de Florida durante los últimos 25 años muestra que más de una de cada cuatro especies de plantas nativas están gravemente amenazadas de extinción regional o ya han sido extirpadas debido a la pérdida de hábitat , la recolección excesiva, las especies invasoras y otros factores de degradación”, señala George Gann, coautor del estudio.