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Ciencia

Científicos descubren una nueva especie de colibrí más grande del mundo en los Andes de Sudamérica

El equipo de investigadores colocó mochilas diminutas en colibríes para conocer sus rutas de viaje entre Chile y Perú, pero terminaron identificando a una nueva especie.

larepublica.pe
Los dispositivos geolocalizadores en los colibríes ayudaron a identificar sus rutas entre Chile y Perú. Foto: composición LR/UMN

Una reciente investigación liderada por el Museo de Biología del Suroeste de la Universidad de Nuevo México (UNM), en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Centro de Ornitología y Biodiversidad de Perú, ha revelado por primera vez el viaje completo del colibrí gigante migratorio. Además de descubrir que estas aves llegan a volar hasta 3.962 metros de altura, lograron el inesperado hallazgo de una nueva especie.

El equipo de investigadores quería averiguar dónde pasan el invierno los colibríes gigantes, los colibríes más grandes que se conocen. Para ello, les colocaron unos dispositivos de rastreo que se ven como mochilas diminutas, según indica un comunicado oficial de la UNM. Con ello, también hallaron que eran dos especies y no solo una como se pensaba anteriormente. El estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

¿Cómo descubrieron al nuevo colibrí gigante?

Los colibríes se reproducen en la costa del Pacífico, en Chile, pero desaparecen después de la temporada reproductiva. Para resolver el misterio de a dónde van, el equipo liderado por la bióloga Jessie Williamson colocó dispositivos de rastreo en miniatura en las aves.

"Fue necesario mucho ensayo y error para llegar a un diseño de arnés adecuado", explicó Williamson. "Es un desafío trabajar con colibríes debido a su tamaño y agilidad. Son los acróbatas diminutos de la naturaleza".

Pero, además, para poder reconocer a los colibríes gigantes migratorios de los no migratorios, y poder diferenciar sus rutas, se estudió la secuenciación del genoma de diversos especímenes del Museo de Biología del Suroeste de la UNM. Ello permitió distinguir, por primera vez, a las dos formas de colibríes gigantes. "Incluir ADN de especímenes tipo de 154 años fue clave para resolver este rompecabezas evolutivo", destacó Christopher Witt, director del museo.

Se colocaron las mochilas geolocalizadoras en colibríes gigantes en Valparaíso, Chile. Foto: UNM

“Las dos formas de colibrí gigante parecen casi idénticas; durante siglos, los ornitólogos y observadores de aves nunca notaron que eran diferentes", afirma Witt.

Jessie Williamson mide un colibrí gigante del sur en Chile. Foto: Chris Witt/UNM

El nuevo colibrí: Patagona chaski

El colibrí gigante recién descubierto fue denominado Patagona chaski, en homenaje a los mensajeros chaskis del imperio Inka, debido a los largos viajes que recorre y a su capacidad de adaptación a grandes altitudes.

"El viaje del gigante es una de las migraciones de colibríes más largas del mundo", se afirma en la publicación. Se indica que recorren entre 5.457 y 8.335 kilómetros en su trayecto de ida y vuelta.

Los pequeños viajeros parten desde sus zonas de reproducción, al nivel del mar, en Algarrobo, Chile, y se dirigen hacia áreas de gran elevación no reproductivas en el centro del Perú. Durante sus viajes en ascenso, pausan su vuelo para permitir que su sangre y sus plumones se aclimaten.

El triángulo rosado indica el inicio de la migración de los colibríes. Foto: PNAS

Se estima que durante tres millones de años, los colibríes Patagona chaski han evolucionado hasta diferenciarse significativamente de sus parientes no migratorios. Tienen sangre y pulmones notablemente diferentes, pese a su parecido.

De acuerdo a la investigación, los colibríes gigantes migratorios pasaron de 4 a 77 días en la región Cusco, en Perú. Luego, se dirigieron a áreas no reproductivas más al norte, donde llegaron a pasar más tiempo: entre 30 a 109 días.

"Este esfuerzo es solo el comienzo", dijo Williamson en el comunicado de la UNM, "la combinación del seguimiento de la migración con la genómica ha abierto oportunidades de investigación que podrían llenar toda una vida".