Con 200 toneladas estimadas para su peso, según su descripción en la revista Nature, Perucetus colossus, la ballena prehistórica hallada en las costas de Perú, había sido anunciada como el animal más pesado de la Tierra en agosto del 2023. Sin embargo, una investigación publicada el último 29 de febrero ha refutado las dimensiones de la enorme criatura.
Los científicos Ryosuke Motani y Nicolás Pyenson, de la Universidad de California y del Instituto Smithsonian, mediante un reciente artículo de investigación publicado el último 29 de febrero, argumentan que el Perucetus colossus no ha sido tan grande como se creía y acusan a los investigadores que lo describieron de exagerar durante el cálculo de su masa corporal.
Ante ellos, nos comunicamos con Mario Urbina. Él es el paleontólogo peruano que halló el primer hueso de la ballena primitiva y quien, además, firma junto a Giovanni Bianuci y los demás investigadores en aquella publicación de la famosa revista científica que puso a Perú en la vista del mundo con el histórico hallazgo.
En el estudio ‘Una ballena primitiva de gran peso traspasa los límites de la morfología de los vertebrados’, se afirma que el Perucetus colossus alcanzó una masa entre 85 y 340 toneladas métricas, lo que supera al peso de las ballenas azules.
Sin embargo, para Motani y Pyenson, “su método implica suposiciones cuestionables que sugieren que sus estimaciones de masa corporal no son razonables cuando se ven desde diferentes perspectivas”, según se indica en la publicación en el portal científico PeerJ.
Al respecto, Urbina les da la razón. “Siempre he peleado con el resto de los autores en que esos estimados no son válidos porque no se puede decir cuánto medía o cuánto pesaba ese animal. Primero, porque no lo puedes comparar con nada y, además, no se tiene el esqueleto completo”, comenta.
“Mis compañeros han estimado el peso y el tamaño por una serie de vértebras lumbares que están completas, pero aún faltan otras partes del esqueleto y no puedes basarte en un pedazo del esqueleto para pensar que todo va a seguir un mismo patrón”, detalla el paleontólogo. “La ciencia es así, no es un dogma. Si te equivocas, hay que corregir”, agrega.
Se estimaba que el Perucetus colossus pesaba el triple de una ballena azul. Foto: Andina
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El cálculo estimado por Motani y Pyenson apunta a que el Perucetus no supera a la ballena azul en peso. Teniendo en cuenta que podría medir 17 metros de largo, calculan que podía pesar entre 60 y 70 toneladas.
En caso se considerara un crecimiento hasta los 20 metros, indican que el peso podría llegar hasta 98 o 114 toneladas. Este cálculo “es mucho menos que los registros directos de pesos de ballenas azules”, se indica en el artículo.
Comparaciones de tamaño de Perucetus colossus con ballena azul en modelos de paleomasa. Foto: PeerJ
Pese a que no es el animal más pesado del mundo, el Perucetus colossus sigue siendo la criatura más pesada del Eoceno medio, destaca Urbina, quien afirma que inicialmente nadie le creyó cuando dijo haber encontrado huesos tan grandes de esa época.
“Cualquier mamífero de la época del mío no puede llegar a ser más grande. Una vértebra de cualquiera se puede cargar con una mano. En cambio, para el Perucetus necesitas seis personas para levantar al menos diez centímetros”, precisa.
Se ha desterrado alrededor de 13 vértebras del Perucetus para el estudio publicado en 2023. Foto: Giovanni Bianucci
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“Este animal es lo más cercano a un extraterrestre", expresa Urbina acerca del Perucetus colossus debido a que no puede ser comparado con ningún otro animal, por ser único en su especie y haber existido hace 39 millones de años. El experto señala que, por el peso de sus huesos, podría tratarse de la primera ballena primitiva que no es carnívora. Además, recuerda que aún no se ha hallado el cráneo de la ballena ni ninguna muestra de sus dientes, lo cual es determinante para conocer su dieta, pero hay especulaciones.
“Por su tamaño, este animal no podría estar correteando a otros animales. Ha tenido que tener una dieta basada en que su alimento tenga que ser estable en un lugar. Por eso, puede ser el primer arqueoceto herbívoro que se conoce. La mayoría son piscívoros”, apunta Urbina.
El experto considera que, posiblemente, la gran ballena podría haberse alimentado de pasto marino, pero aún no puede afirmar su hipótesis. "Mientras no se tenga un diente, no se puede decir nada". Asimismo, adelanta que ya se cuenta con el financiamiento para que continúen las excavaciones relacionadas con el Perucetus colossus. "Se está buscando ese diente y se está buscando el cráneo", anuncia.