Cuando a inicios de 2022 una extrema sequía azotó al río Tigris, en Irak, el bajo caudal del agua logró develar, ante el asombro de la comunidad científica, una ciudad de 3.400 años de antigüedad que había permanecido inundada durante décadas en el sur del país.
Según sus descubridores, un grupo de arqueólogos alemanes y kurdos, el asentamiento probablemente se trataría de la histórica ciudad de Zakhiku, un centro de gran importancia del imperio Mittani, que reinó desde 1550 hasta 1350 a. C, es decir, durante la Edad de Bronce.
La imprevista revelación del asentamiento obligó a los arqueólogos a excavar y documentar partes de esta importante ciudad antes de que volviera a sumergirse en la presa de Mosul, ubicada en Kemune, en la región de Kurdistán. Fue una carrera contra el tiempo.
La presa de Mosul es la fuente de agua más grande de Irak. Foto: Rehman Abubakr
Las expediciones —llevadas a cabo en colaboración con la Dirección de Antigüedades y Patrimonio de Duhok— tuvieron lugar en enero y febrero de 2022, cuando Mosul, considerado el dique más grande de todo Irak, alcanzó niveles mínimos históricos.
Los esfuerzos del equipo desenterraron estructuras impresionantes: un palacio, fortificaciones con murallas y torres, un edificio de almacenamiento monumental y un complejo industrial, todos pertenecientes al período del imperio Mittani, que controlaba gran parte del norte de Siria y Mesopotamia.
El yacimiento data del periodo Mittani, que reinó desde 1550 hasta 1350 a. C. Foto: Universities of Freiburg and Tübingen, KAO
La conservación de estas estructuras es un milagro arqueológico, considerando que estuvieron sumergidas durante más de 40 años.
Las paredes, construidas con ladrillos de barro secados al sol, se mantuvieron sorprendentemente intactas. Este fenómeno se atribuye a un terremoto que ocurrió alrededor del año 1350 a. C., el cual provocó el colapso de las murallas y, paradójicamente, ayudó a preservar los edificios.
Entre los descubrimientos más destacados se encuentran cinco vasijas de cerámica que contenían más de 100 tablillas cuneiformes del período asirio medio. Estas tablillas, posiblemente cartas aún en sus sobres de arcilla originales, podrían arrojar luz sobre la transición de la ciudad del período Mittani al dominio asirio.
Una de las vasijas de cerámica con tablillas cuneiformes, incluida una tablilla que todavía está en su sobre de arcilla original. Foto: Universities of Freiburg and Tübingen, KAO
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Como medida de protección contra futuros daños por inundaciones, se implementó un proyecto de conservación financiado por la Fundación Gerda Henkel.
Los edificios excavados fueron cubiertos con láminas de plástico y relleno de grava para proteger las frágiles estructuras de arcilla y otros hallazgos aún escondidos en las ruinas. Hoy, este sitio arqueológico vuelve a estar sumergido, ocultando sus secretos bajo las aguas del río Tigris.
Los restos del asentamiento fueron cubiertos con plásticos para protegerlos de futuros daños bajo el mar. Foto: Universities of Freiburg and Tübingen, KAO
Zhakiku habria sido fundada alrededor del año 1.800 a.C. por el antiguo imperio babilónico, que gobernó Mesopotamia entre los siglos XIX y XV a.C.
Se cree que fue una ciudad que vivió el apogeo del comercio en el Cercano Oriente, que abarca lo que hoy es Medio Oriente, Turquía y Egipto, donde se transportaba minerales como oro, plata, estaño y cobre. Así habría sido durante 600 años hasta que fue azotada por un terremoto y posteriormente abandonada.
En la década de 1980, Zakhiku se sumergió bajo el mar y desapareció de la vista de las personas a causa del proyecto de la presa de Mosul, construida durante el mandato del líder Saddam Hussein.
Se cree que fue la ciudad de Zakhiku por algunos textos encontrados. Foto: Universidad de Tubingen / KAO