Muy pocas veces los científicos pueden estudiar a las criaturas marinas de las profundidades del mar, por su remoto hábitat. Ahora, en un evento insólito, guardaparques del Crystal Cove State Park, en Estados Unidos, hallaron en la orilla de una playa del sur de California el cadáver de un extraño pez, cuyo entorno natural es el inhóspito fondo del océano Pacífico.
El oscuro animal, que se caracteriza por su gigantesca mandíbula en comparación a la extensión de cuerpo, es un pez balón (Himantolophus sagamius), una especie de pez rape que suele vivir entre los 600 y los 1.000 metros de profundidad.
Los peces rapes navegan en las profundidades marinas, cerca de la corteza continental, y se encuentran adaptados a vivir en un ambiente de extrema presión y poco nivel de oxígeno.
“Ver un rape intacto es muy raro y se desconoce cómo o por qué estos peces terminaron en la costa", escribieron los administradores del parque en un post de Facebook, el pasado 17 de octubre.
El pez muerto terminó varado en la playa de Moro, al sur de California. Foto: Crystal Cave State Park
Según Michelle Horeczko, supervisora científica del Departamento de Pesca y Vida Silvestre, el pez balón hallado muerto mide aproximadamente 36 centímetros y, por su peculiar antena que sobresale de su cabeza, se sabe que se trata de una hembra.
"Solo las hembras poseen un largo tallo en la cabeza, con puntas bioluminiscentes que utiliza como señuelo para atraer a sus presas”, señaló. Esta extremidad, parecida a una caña de pescar, también es la razón por la cual se le apoda “pez pescador” (angler fish, en inglés).
"Sus dientes, como fragmentos puntiagudos de vidrio, son transparentes y su gran boca es capaz de aspirar y tragar presas del tamaño de su propio cuerpo", añadió.
El pez de aguas profundas fue analizado en el laboratorio y luego entregado al Museo de Historia Natural de Los Ángeles, donde podrá “conservarse y estar disponible para la investigación científica”, junto a otro ejemplar hallado en 2021 en la misma playa de Moro.
Hasta ahora, en el mundo, solo 30 ejemplares de esta especie han sido recolectados para ser estudiados.
Un dato curioso sobre los peces rape es que los machos, que miden unos 4 centímetros, prácticamente terminan siendo parásitos de las hembras, que pueden llegar a medir hasta 46 cm de longitud.
Cuando los rapes machos se encuentran con una hembra madura para aparearse, se acoplan a ella no solo para compartir su esperma, sino también su piel, sangre y órganos (con excepción de sus testículos). Esto puede ocurrir de manera temporal o permanente dependiendo de la especie.