El huevo es un alimento del día a día que, pese su familiaridad, aún es objeto de preguntas. Desde "¿qué vino primero, el huevo o la gallina?" hasta "¿se deben lavar los huevos antes de guardarlos o consumirlos?". Aunque parezca un acto inofensivo, tratar a este alimento con la higiene adecuada puede determinar el riesgo de contraer una enfermedad bacteriana.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), lavar los huevos de gallina puede ocasionar la transferencia de Salmonella, una bacteria presente en las aves, desde el exterior de la cáscara hacia el interior del huevo.
El agua del lavado puede ser absorbida por el huevo a través de los poros de la cáscara, por lo que no es recomendable su lavado, afirma el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
La cáscara del huevo posee una fina capa de cutícula que la impermeabiliza e impide que los gérmenes pasen al interior, la cual puede ser eliminada cuando se realiza el lavado, precisa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Lavar los huevos con agua fría no es recomendable. Foto: difusión
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“No lavar los huevos antes de su almacenamiento, aunque es conveniente lavarlos con agua justo antes de su utilización”, indica el Instituto de Estudios del Huevo (IEH) en 'El gran libro del huevo'.
Para realizar una correcta limpieza de los huevos, es recomendable hacerlo con agua tibia o solo limpiarlos utilizando un paño húmedo. Luego, es recomendable dejar que sequen.
Según un estudio publicado en la Revista de Protección de Alimentos, tanto la Salmonella enteritidis como la Salmonella typhimurium ingresaban al contenido de los huevos cuando la temperatura del agua bajaba, “lo que indica que se debe mantener un control estricto de la temperatura para evitar la entrada de Salmonella al contenido de los huevos”.
Algunas recomendaciones para el consumo de huevos son las siguientes:
Los huevos hierven a una temperatura mayor a 65°. Foto: difusión
La salmonelosis es la patología ocasionada por la salmonella, una de las cuatro principales causas de enfermedades diarreicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por lo general, los síntomas son leves y los pacientes se recuperan sin tratamiento específico.
Los primeros indicios de la enfermedad se manifiestan entre 6 y 72 horas después de la ingesta de Salmonella, señala la OMS. Entre los principales síntomas están fiebre, diarrea, dolor abdominal y náuseas.