¿Te imaginas no tomar ni siquiera una gota de una bebida alcohólica y aun así experimentar todas las sensaciones de estar borracho? Aunque parezca una situación ilógica, un equipo de profesionales de salud en EE. UU. reportó un caso médico similar en un hombre, que tuvo esta condición por seis años sin saber el motivo de su espontánea ebriedad.
Durante ese tiempo, el paciente, un varón de 46 años, cuyo nombre se desconoce, atravesó distintos problemas en su vida cotidiana, como tener lagunas mentales, encontrarse usualmente irritado y ser arrestado por conducir mientras superaba el límite de alcohol en la sangre.
El estudio que detalló el caso, publicado en la revista BMJ Open Gastroenterology en 2019, indica que este hombre padecía de una extraña condición: el síndrome de la autocervecería (ABS, por sus siglas en inglés), también conocido como el síndrome de fermentación intestinal.
Esta condición se produce cuando la microbioma intestinal, el conjunto de microorganismos del intestino humano tales como bacterias y hongos que por lo general resultan inofensivos, empiezan a transformar los carbohidratos en etanol (alcohol puro).
Por lo general, la microbiota intestinal suele ser beneficiosa para la salud, pero en ocasiones puede ocasionar condiciones como el síndrome de la autocervecería. Foto: RTVE
En ese sentido, después de consumir alimentos como pan, fideos y pizza, el hombre comenzaba a experimentar resacas alcohólicas y dolores frecuentes muy similares a la embriaguez.
Según los autores del artículo, el hombre habría comenzado con dicho síndrome después de que recibiera un tratamiento con antibióticos por una lesión complicada en el pulgar, lo cual habría alterado el conjunto de microorganismos de su intestino.
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Cuando el paciente finalmente fue atendido en el Centro Médico de la Universidad de Richmond en Nueva York, los médicos detectaron en las heces de su intestino cepas de los hongos Sachharomyces boulardii y Saccharomyces cerevisiae. Este último es conocido como la levadura que fermenta carbohidratos para producir cerveza.
Un año y medio después de ser sometido a una terapia de antifúngicos que eliminó los microbios de alcohol del intestino del paciente y también a otra terapia con probióticos que promovía el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, el hombre pudo reincorporar carbohidratos a su dieta.