Una estrella misteriosa desconcertaba a los astrónomos desde hace un siglo y, finalmente, descubrieron características que revelan su naturaleza. HD 45166, descrita en una publicación de la revista Science, es la estrella Wolf-Rayet más magnética que se conoce y está destinada a convertirse en uno de los objetos con mayor magnetismo del universo, cuyo origen era desconocido hasta ahora: los magnetares.
Los magnetares son estrellas de neutrones (remanentes estelares) con campos magnéticos extremadamente fuertes, por lo que son considerados los imanes más potentes que existen. Según el estudio, posiblemente su origen se debe a la amplificación de un campo magnético en el núcleo de una estrella madre tras una explosión de supernova (la fase terminal estelar).
Así, la Wolf-Rayet presenta las condiciones para transformarse en magnetar. “Los cálculos de evolución estelar indican que este componente explotará como una supernova y que su campo magnético es lo suficientemente fuerte como para que deje un remanente de magnetar”, indica el documento. Para la investigación se utilizaron múltiples observatorios en distintas partes del mundo.
La estrella HD 45166 es rica en helio y es un poco más masiva que el sol, indica un comunicado científico del Observatorio Europeo Austral (ESO). Se encuentra a unos 3000 años luz de distancia, en la constelación Monoceros.
Su campo magnético es de 43.000 gauss, lo que la convierte en la estrella masiva más magnética. “Toda la superficie de esta estrella de helio tiene un campo magnético unas 100.000 veces más fuerte que el de la Tierra", indicó Pablo Marchant, astrónomo coautor del estudio.
Se espera que HD 45166 se transforme en una supernova en unos millones de años. Su núcleo colapsado se contraerá y concentrará un campo magnético que se transformará en un magnetar con un magnetismo de 100 billones de gauss de intensidad, según las estimaciones.
Se conocen alrededor de 20 magnetares en la actualidad. Foto: Adobe Stock
"Es emocionante descubrir un nuevo tipo de objeto astronómico, especialmente cuando se ha estado ocultando a simple vista todo el tiempo", declaró en el comunicado de ESO, Tomer Shenar, astrónomo de la Universidad de Ámsterdam que dirigió la investigación.