¿Será posible hablar con los animales? Hasta hace unos años, podría ser algo solo pensado para películas de ciencia ficción. No obstante, últimamente, la inteligencia artificial (IA) con el uso de algoritmos cada vez más innovadores ha abierto infinidad de posibilidades para la realidad.
Un reciente artículo elaborado por neurobiólogos y publicado en la revista científica Current Biology analizó qué se necesitaría para lograr una comunicación humano-animal, utilizando la IA. La publicación señaló tres principales obstáculos identificados.
Hay diversas limitaciones para lograr comunicarnos con animales. Foto: Silvia Marks/dpa
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El primer obstáculo está relacionado con el contexto, sin el cual no se puede entender el significado de lo que se comunica, pese a que la IA hace posible generar un nuevo texto a partir de señales reconocidas. Para solucionar este aspecto, en zoología se sitúan estas señales en distintos escenarios y luego se examinan.
La IA puede ser de ayuda para solucionar esta primera parte; no obstante, según el estudio, aún queda una limitación. Las percepciones sensoriales humanas son sesgadas y se limitan a reconocer los contextos que conocen; por ejemplo, alimentación, sueño y apareamiento. ¿Será posible utilizar la IA para hallar una solución ante estas condiciones limitantes? Una posibilidad señalada para evitar el sesgo humano es que se utilicen datos sin ninguna influencia humana.
Algo que se necesitaría para que sea posible la comunicación con los animales es que la IA sea capaz de hallar la respuesta correcta ante las diferentes señales luego de una inmensa revisión de información disponible sobre correlaciones, sin que sean respuestas aprendidas de su relación con humanos, pues el reto es entender a las criaturas.
“Uno puede entrenar a un perro para que asocie cientos de acciones con comandos vocales humanos, pero este ensayo se enfoca en comunicarse con animales usando sus propias señales naturales de comunicación”, explica el documento.
El último punto hace hincapié en que, aunque se conozcan contextos y señales, puede ser que se presenten contextos totalmente ajenos a los humanos y que impidan entender las situaciones de los animales.
El análisis sugiere que “la comunicación animal no solo puede ser pobre en contexto, sino que probablemente incluye contextos que son completamente ajenos a nosotros”. Un ejemplo que plantea es la creación de una abeja robótica que imita la danza de otras de su especie; sin embargo, aun así, no se podría preguntar al insecto cómo se siente al hacer ese baile.