La aterradora batalla de los gatos en Egipto: la trágica historia de Pelusio

Este 8 de agosto se celebró el Día Internacional del Gato, en el cual se celebra a estos felinos que conviven con los humanos desde hace miles de años y son los engreídos de la casa. Pero, ¿sabías que los gatos protagonistas de una insólita batalla hace más de 2.500 años? Entérate más sobre este hecho en la siguiente nota.

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Durante la historia de la humanidad hubo un sinfín de guerras, batallas y combates en el que los humanos se mataron entre sí por distintas razones. En algunos de esos enfrentamientos usaron a animales, tales como caballos, elefantes, leones, entre otros; los cuales fueron sacrificados injustamente por los intereses de las personas. Aunque en una ocasión, uno de los seres más queridos por nosotros en la actualidad, los gatos, también fueron víctimas de un conflicto armado. Los persas utilizaron a los felinos para derrotar a los egipcio, en un hecho conocido como la batalla de Pelusio.

La adoración de los egipcios por los gatos

Muchas personas saben que en el Antiguo Egipto los gatos eran idolatrados, pues a partir del segundo milenio antes de Cristo eran la representación de la diosa Bastet, la cual era una de las divinidades más importantes de esta civilización y era asociada, entre otras cualidades, a la fertilidad. Los mininos eran parte de las familias y muy bien tratados, por lo que resultaba impensado que algún egipcio les hiciera daño.

La batalla de Pelusio

Para el año 525 a. C, Egipto era el único reino de Medio Oriente que estaba fuera del control persa, y su conquista era la obsesión de su rey, Cambises II. Del otro lado, el joven Psamético III era el nuevo faraón egipcio tras la reciente muerte de su padre, Amasis II, aunque era percibido como muy inexperto para defender al imperio contra la inminente amenaza; sin embargo, sus tropas estaban dispuestas a defender su territorio, pero no contaban con la cruel artimaña que usarían sus enemigos.

Esta confrontación, poco mencionada en los libros de historia y desconocida por la mayoría de personas en Occidente, tiene una peculiaridad aterradora: los persas utilizaron gatos en el combate para evitar que los egipcios se puedan defender con normalidad. De esta manera, Cambises II, conocedor de la adoración de sus rivales por los mininos, y con mucha más experiencia en guerras que Psamético III, los empleó en pleno campo de batalla.

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El sacrificio de gatos en batalla

Los persas se presentaron al campo de batalla con escudos en los que se reflejaba la imagen de la diosa Bastet. De esta forma, la mayoría de los egipcios no se atrevieron a pelear, mientras eran fácilmente aniquilados. Según muchos historiadores, no solo era el reflejo, sino que en verdad llevaban gatos atados a sus armaduras e incluso, los animales fueron lanzados con catapultas. Esto hizo que los soldados de Egipto se rindan.

Luego de conquistar Pelusio, los persas se dirigirían hasta Menfis y tomarían como prisionero a Psamético III y su familia. Con ello, cayó la dinastía XXVI de Egipto, pues a partir de ese momento Cambises II sería coronado como faraón y daría inicio a una nueva dinastía que duraría hasta el año 404 a. C.

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Más allá de las vidas humanas perdidas en este combate, como lamentablemente siempre ocurrió en este tipo de enfrentamientos en la historia, también perecieron miles de inocentes gatitos, quienes sufrieron a causa de la crueldad del hombre, como ocurre con muchos animalitos hasta nuestros días.