En 1996, un grupo de paleontólogos encontró en Rentema, en Bagua, Amazonas, un fósil del único dinosaurio que se ha documentado hasta la actualidad en el Perú. Lo apodaron el Titanosaurio de Bagua.
Este gigantesco dinosaurio de cuello y cola larga vivió durante gran parte del periodo Cretácico, entre 145 y 65 millones de años. En esa época, la geografía peruana no era como la de ahora. Gran parte de la costa y de la selva estaba inundada y solo los Andes sobresalían por encima del nivel del mar como una extensa isla.
Representación artística de un titanosaurio. Foto: Thought Co
El Titanousario de Bagua pertenecía a una familia de dinosaurios terrestres y herbívoros conocidos como saurópodos, los cuales son los animales más grandes que han caminado sobre la superficie de la Tierra.
Estas bestias colosales se expandieron por todo el mundo y llegaron a Sudamérica, Norteamérica, Europa, Australia, Asia y África.
A partir del análisis del húmero fósil encontrado y de otros restos óseos de la misma especie hallados en Argentina, se cree que el Titanosaurio de Bagua medía 5 m de altura y 15 m de largo. Además, se estima que pesaba 20 toneladas, es decir, cuatro veces un elefante moderno.
El Titanosaurio de Bagua también poseía escudos óseos en la parte externa de su piel que posiblemente le sirvieron como un mecanismo de defensa contra los depredadores. Sin embargo, no se sabe cómo se encontraban distribuidas estas estructuras por su anatomía.
Los titanosaurios solían vivir en manadas en los alrededores de las lagunas, los ríos, los pantanos y las ciénagas. En dichos lugares, la gigantesca criatura solía depositar y criar sus huevos hasta que nacieran sus crías, las cuales podían medir hasta un metro de largo.
En cuanto a su alimentación, estos animales comían una gran cantidad de hojas que se encontraban en las cimas de los árboles y llegaban a consumir hasta 300 kg de alimento al día.
También se presume que su capacidad cerebral era limitada, ya que, al igual que otros animales herbívoros, poseía una cabeza muy pequeña en comparación con las dimensiones de su cuerpo.
Actualmente, una representación en escala real de este dinosaurio se encuentra en las salas del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el que ahora también se exponen los restos del Perucetus Colosssus, el animal más pesado que habitó el planeta y que fue descubierto en el desierto de Ica.