Avizorar la cara de una hormiga está fuera de la vista humana. Lo mismo pasa con la de una araña, a la que apenas se le distinguen sus patas curvadas y la pequeña cabeza que se alza cada vez que camina.
Conocer sus rostros sería imposible si no fuera por el alcance científico que permite el lente del microscopio. Abocado a esos fines, el Concurso de Fotomicrografía Nikon Small World 2022 reunió a las mejores capturas de insectos.
Organizado por la fabricante de cámaras profesionales Nikon, también se jerarquizó a las mejores tomas de alta resolución de insectos, tejidos, células, partes del cuerpo humano, minerales, entre otras materias.
En total fueron 89 fotos seleccionadas de científicos y artistas de todo el mundo que representan las categorías de “las mejores 20″, “menciones honorables” e “imágenes de distinción”. Varios de los profesionales reconocidos en el concurso utilizaron un microscopio óptico y la combinaron con alguna técnica de luz y aumento de lente.
A continuación, una recopilación gráfica del rostro de los invertebrados que el ojo humano no puede registrar por su pequeñez. Las imágenes causaron asombro en redes sociales por lo revelador que resulta la cara de ciertos animales a veces retratados en las producciones infantiles. Son, como se verá, todo lo contrario a lo ideado o por los diseñadores gráficos de Disney.
Así luce un escarabajo joya rojo. Foto: Yousef Al Habshi/Nikon Small World
Una mosca mordisqueando a un escarabajo tigre. Foto: Murat Oztürk/Nikon Small World
Perfil de una hormiga. Foto: Eugenijus Kavaliauskas/Nikon Small World
“¿Imagen de una película de terror? No. Esa es la cara muy real de una hormiga. Una hormiga. Ahora tienes que pensar en eso toda la noche”, comentó en Twitter Rebekah McKendry, directora de cine especializada en el género de terror.
La imagen muestra detalles fascinantes de la cara de la hormiga. De abajo hacia arriba: su mandíbula cerrada, el clípeo (parte endurecida en medio de la cara) y las antenas, que salen de dos cuencas. Asimismo, se aprecian algunos vellos.
Imagen de la araña de patas largas. Foto: Andrew Posselt/Nikon Small World
Primer plano de una araña saltadora. Foto: Andrew Posselt/Nikon Small World
El experimentado fotógrafo Eugenijus Kavaliauskas consiguió un primer plano de la cara de una hormiga del género Camponotus y ganó el premio en la categoría ‘Imagen de Distinción’. Como todos los que postularon, usó un microscopio óptico; en este caso, con la técnica de luz reflejada y un aumento de lente X5.
La imagen muestra detalles fascinantes de la cara de la hormiga. De abajo hacia arriba: su mandíbula cerrada, el clípeo (parte endurecida en medio de la cara) y las antenas, que salen de dos cuencas. Asimismo, se aprecian algunos vellos.
Aunque las cuencas pueden confundirse con sus ojos, estos realmente están situados a ambos lados del rostro, tal como se muestra en la siguiente imagen, también obtenida con microscopio óptico.
Rostro de hormiga Camponotus. Foto: Twitter / @ManukePoker
El experimentado fotógrafo Eugenijus Kavaliauskas consiguió un primer plano de la cara de una hormiga del género Camponotus y ganó el premio en la categoría ‘Imagen de Distinción’. Como todos los que postularon, usó un microscopio óptico; en este caso, con la técnica de luz reflejada y un aumento de lente X5. Como todos los que postularon, usó un microscopio óptico; en este caso, con la técnica de luz reflejada y un aumento de lente X5.
Eugenijus Kavaliauskas
El éxito de las colonias de hormigas se debe a su compleja organización social y sus capacidades físicas y sensoriales, las cuales se encuentran principalmente en su cabeza.
Las antenas son los órganos sensoriales más importantes de las hormigas. No solo les otorgan los sentidos del tacto y de olfato, sino que también las utilizan para transmitir señales sociales, como un sistema de comunicación bidireccional.
El tiempo de vida de las hormigas puede oscilar entre unas pocas semanas y hasta dos décadas, dependiendo de la especie a la que pertenecen y la función que cumplen en su colonia.
Por ejemplo, las hormigas obreras suelen vivir menos tiempo que las hormigas reina debido a la disponibilidad de alimentos. Por otro lado, mientras las hormigas obrera de fuego viven solo cinco semanas, las hormigas obreras que encontramos en casa tienden a vivir de dos a tres años.