“Mirando dentro para ver algo que nadie ha visto antes. Desgasté una pequeña porción de esta roca para eliminar la capa superficial y apreciar lo que hay debajo. Me concentraré en mi próximo objetivo para tomar muestras de Marte”, se publicó, en primera persona, desde la cuenta de Twitter del rover Perseverance de la NASA, que sigue explorando el planeta rojo con su equipo de herramientas tecnológicas.
El astromóvil del Mars Exploration Program, formado desde 1993, usó su brazo robótico para desgastar una roca, ingresar en ella y ver su interior en las periferias del cráter Jezero, sector con un diámetro de 45 kilómetros donde las evidencias sugieren que albergó un lago hace 3.500 millones de años. Tras siete meses de viaje, el rover Perseverance amartizó en aquel lugar, el jueves 18 de febrero.
En una primera impresión, según las imágenes del robot teledirigido, lo encontrado debajo de la superficie de la roca parece ser un grupo de sedimentos granulados y minerales. Y estos compuestos darían pistas sobre cómo eran el lago y el delta de río —accidente geográfico que consiste en un cúmulo de brazos fluviales— en las épocas en que Marte presentaba climas más cálidos y húmedos.
Brazo del rover Perseverance erosionando la roca. Foto: Twitter / @NASAPersevere
Benjamin Weiss, profesor de ciencias planetarias en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), aclaró mediante un comunicado que no han hallado agua, pero hay pruebas suficientes de un pasado que lo sugiere.
Para Tanja Bosak, miembro del equipo y profesora asociada de geobiología del MIT, este es el momento oportuno de buscar toda clase de fósiles y confía en que algún día rastrearán rocas con signos de vida. “Así que es un maratón, con mucho potencial”, añadió.
Las misiones de exploración robótica en Marte se detendrán durante un tiempo debido a la conjunción solar. Foto: NASA / JPL-Caltech
El rover Perseverance y las demás misiones de exploración robótica, como la de Curiosity, habían tomado un descanso desde el 2 de octubre hasta el 17 del mismo mes por la conjunción solar, un fenómeno de cada dos años con una duración de dos semanas que obliga a detener las comunicaciones cuando la Tierra y Marte están en lados opuestos al Sol.
“Es imposible predecir qué información podría perderse debido a la interferencia de partículas cargadas del Sol, y esa información perdida podría poner en peligro la nave espacial”, había apuntado la NASA.
El rover Perseverance siguió midiendo el clima, buscando remolinos de polvo y escuchando sonidos ambientales. Mientras tanto, los ingenieros descargaron paquetes de información de las misiones con un sistema de radio llamado Red de Espacio Profundo.
Más adelante, el vehículo de exploración marciana recolectará más muestras de rocas para llevarlas a la Tierra y buscar vida microbiana de hace 3.000 millones de años
“El rover caracterizará la geología del planeta y el clima pasado, allanará el camino para la exploración humana del planeta rojo y será la primera misión en recolectar y almacenar rocas y regolitos marcianos (rocas rotas y polvo). Las misiones posteriores de la NASA, en cooperación con la ESA (Agencia Espacial Europea), enviarían naves espaciales a Marte para recolectar estas muestras selladas de la superficie y devolverlas a la Tierra para un análisis en profundidad”, anotó la agencia espacial de los Estados Unidos.