Arecibo, el telescopio con sede en Puerto Rico empleado por astrónomos de todo el mundo para descubrir los primeros planetas en órbita alrededor de estrellas diferentes al Sol, colapsó este martes después de 57 años de operaciones.
Rob Margetta, portavoz de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF), explicó que por causas desconocidas, dos de los cables que sostenían las 900 toneladas de los instrumentos del telescopio por encima de la antena esférica de 305 metros de diámetro se rompieron el 10 de agosto y el 6 de noviembre.
“La plataforma se derrumbó de manera no planificada”, señaló para la agencia AFP. Tras este desperfecto en la estructura de Arecibo, la institución anunció su paulatino desmantelamiento.
Desde hace menos de un mes se había prohibido el acceso por temor a que se desplomara, lo que finalmente ocurrió este martes alrededor de las 08:00 horas de Puerto Rico.
“Es un desastre absoluto. Numerosos estudiantes se formaban en astronomía en el observatorio, que era el que les daba la inspiración para hacer una carrera de ciencias o de astronomía, como fue mi caso”, manifestó Abel Méndez, director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, en el norte de la isla.
Arecibo ha sido una piedra angular para diversos descubrimientos premiados con el Nobel. En 1964, permitió determinar con precisión el periodo de Mercurio, y pasarlo de 88 a 59 días.
Del mismo modo, hizo posible obtener las primeras evidencias de la existencia de las estrellas de neutrones, así como del descubrimiento del primer púlsar binario y del púlsar de giro más rápido.
Uno de los momentos cúspides en la historia de Arecibo ocurrió en 1974 , cuando lanzó una transmisión de radio con la finalidad de comunicarse con extraterrestres, y dirigida al cúmulo globular Messier 13, a 25.000 años luz de distancia, y que definió un patrón de píxeles.
En este tiempo, también era una de las fuentes de datos de los proyectos de búsqueda de vida extraterrestre, de la mano del astrónomo y divulgador científico Carl Sagan.
Además, Arecibo era valioso para la defensa planetaria, pues descubría y vigilaba asteroides que podían acercarse demasiado a la Tierra. Un trabajo que, según dijo a Space.com Anne Virkki, líder del equipo de radar planetario en el observatorio, “no es fácilmente reemplazable por otras instalaciones e instrumentos existentes”.