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Ciencia

¿Qué pasó con los proyectos científicos peruanos tras la llegada de la pandemia?

A pesar de la COVID-19, el Perú ha destacado en numerosos concursos de ciencia y tecnología gracias al esfuerzo de estudiantes y científicos, cuyas innovaciones apuntan más allá de la frontera terrestre.

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Conoce los proyectos científicos que han destacado en importantes competencias mundiales. Foto referencial: La República.

El desarrollo tecnológico y científico en el Perú tiene como embajadores, en su mayoría, a jóvenes estudiantes con los sueños en alto. Muy alto. Han dedicado todo su esfuerzo en llevar a cabo innovadores proyectos, al punto de obtener distinciones en importantes concursos y eventos internacionales, como el European Rover Challenge y el C’Space de Francia.

Actualmente, gran parte de estos esfuerzos han sido dirigidos a combatir la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, a la que nuestra comunidad científica dedica sus horas sin descanso para fabricar ventiladores mecánicos, vacunas nacionales, entre otras iniciativas. Sin embargo, vale hacer un recuento de los proyectos que han destacado pese a la adversidad.

Centro de Tecnologías de Información y Comunicaciones de la UNI. Foto: CTIC UNI.

El CTIC y el proyecto ‘Smart City'

Alonso Tenorio, director del Centro de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería (CTIC UNI), detalló a La República las investigaciones desarrolladas por el laboratorio de Smart City o ‘ciudades inteligentes'. El proyecto busca que el ciudadano “de a pie” pueda acceder en tiempo real a información sobre su entorno.

Para ello, el CTIC inició la instalación de sensores 3D en distintos parques de la capital, que permitirán a los transeúntes conocer los índices de contaminación y radiación en el ambiente, entre otros datos atmosféricos. Esta iniciativa, basada en el ’internet de las cosas’, se encuentra en pausa debido a la coyuntura.

Entre otras propuestas, que combinan el urbanismo con los últimos avances tecnológicos, resaltan los sensores de parqueo en la vía pública, como una forma de acabar con las interminables búsquedas de lugares para estacionar el automóvil. Instalados debajo de la capa asfáltica, estos sensores indicarán a los conductores los puntos disponibles más cercanos.

Uni-Agricultura LR

Smart Machines: cohetes para controlar el clima

Otro proyecto del CTIC a destacar es Smart Machines, un laboratorio que tiene entre sus planes el desarrollo de cohetes para producir carga bacteriana. Según explicó Tenorio, en caso de llegar un nuevo Fenómeno El Niño, estos dispositivos evitarían desastres naturales mediante la dispersión de las nubes para que la lluvia caiga en el océano.

Este equipo universitario también fabrica ‘rovers’ o robots autónomos guiados a distancia y destinados a la exploración espacial. Con este proyecto han representado al Perú en el C’Space de Francia, importante concurso en el que obtuvieron el segundo lugar frente a grandes potencias mundiales, además de ser el único país de América Latina en participar.

El Centro de Tecnologías de la UNI está conformado, en primer lugar, por estudiantes de los últimos ciclos, en plena fase de elaboración de sus tesis. Estos destacados alumnos son acompañados por docentes y egresados. Sin embargo, el capital humano de distintos laboratorios ha aunado esfuerzos contra la pandemia de COVID-19 con productos de alta tecnología como el ventilador mecánico FéniX.

Team KillaLab: cianobacterias andinas en la Luna

Hace un par de años, la Agencia Aeroespacial de la India lanzó una convocatoria a nivel mundial para enviar artefactos científicos a la Luna, a través de una sonda que será lanzada en 2021. Entre los primeros finalistas, el equipo peruano KillaLab busca llevar el nombre del Perú hacia la superficie de nuestro satélite.

El proyecto retoma el nombre en quechua de la luna, ‘killa’, y no es por simple decisión patriota. Los integrantes, ingenieros y biólogos de distintas universidades peruanas, extraen de las gélidas alturas de nuestra cordillera, en puntos como La Oroya o Ticlio, un tipo de microorganismos similares a las algas llamados cianobacterias, que soportan climas extremos y serán enviados a la superficie lunar para estudiar su comportamiento.

Los resultados de este proyecto, que ha recibido apoyo de Concytec y la UNI, contribuirían a la exploración del ser humano en la Luna, al facilitar, entre otras cosas, la fabricación de trajes espaciales más resistentes ante el infranqueable vacío sideral.

El equipo KillaLab busca llevar cianobacterias a la superficie lunar. Foto: Difusión.

El esfuerzo de este equipo los hizo ganar un premio de investigación y exploración en 2019, otorgado por The National Geographic. KillaLab, que enviará las cianobacterias en una cápsula de pequeñas dimensiones denominada CanSat, atravesó diversos problemas de financiación.

Sin embargo, el principal obstáculo que enfrentan actualmente es el cierre de fronteras, ya que necesitan viajar a la India antes del despegue. Además, por el momento no se sabe cómo afectará la pandemia a los tiempos programados para llevar a cabo esta misión espacial.

Kamayuc y Pumii Perú: robots espaciales ‘made in UNI’

Uno de los eventos espaciales y de robótica más importantes del mundo es el European Rover Challenge, enfocado en el desarrollo de robots de exploración y análisis de los suelos de Marte y la Luna. Entre los 33 finalistas de la edición de este año, destacan dos proyectos nacidos en las aulas de la Universidad Nacional de Ingeniería: Kamayuc y Pumii Perú.

Entre los 33 finalistas del European Rover Challenge, dos proyectos provienen del Perú. Foto: ERC.

Johan Núñez, uno de los líderes de Kamayuc, nos cuenta que su proyecto de robótica aeroespacial remite a elementos de la cultura peruana, empezando por el nombre, que significa “ejército del Inca”. Asimismo, el ‘rover’ fue bautizado con el imponente nombre de Pachacútec, “el que hace retroceder la tierra”.

Análoga al famoso robot ‘Curiosity’, esta iniciativa piensa colocar su grano de arena –o de roca marciana– en los senderos de la exploración espacial. Pachacútec pesa 60 kilos y su cuerpo dejó la túnica y la maskaypacha para recubrirse de placas y sensores. Su mecanismo le permite cumplir misiones y atravesar obstáculos, como cruzar terrenos escarpados y ascender por pendientes agudas.

Proyecto Kamayuc, de los alumnos de la Universidad Nacional de Ingeniería. Foto: Cortesía Proyecto Kamayuk.

¿Su objetivo? Explorar la presencia de organismos vivos en el suelo o, por el contrario, determinar si es tierra inerte. La pregunta de si no estamos solos en el universo también da paso a misiones más terrenales, como apunta Núñez, estudiante de Ingeniería Mecánica Eléctrica. Explica que el robot podría atravesar los escombros tras un siniestro y detectar personas con sus sensores para facilitar la labor de rescate de los bomberos.

El proyecto, que se trabaja desde hace dos años y medio, congrega los esfuerzos de profesionales egresados de la UNI y de otras universidades. Además, cuenta con el apoyo de la Mars Society.

Lastimosamente, “el que hace retroceder la tierra” se quedó en un 60 % de su avance y está encerrado en la casa de estudios debido al estado de emergencia. Pese a que debió culminarse en julio, los organizadores de la European Rover Challenge han permitido realizar pruebas de manera remota y han adaptado el evento al formato digital.

"Kamayuc" significa "ejército del Inca" en quechua. Foto: Cortesía Proyecto Kamayuc.

Por otra parte, Arturo Flores, estudiante de último ciclo de Ingeniería Mecatrónica, lidera el segundo proyecto peruano en clasificar a este importante concurso. El equipo se llama Pumii, sigla de “Perú, un modelo de investigación e ingeniería”, y nació de una sección estudiantil que en 2019 obtuvo el primer puesto en el Área de Telemetría del Human Exploration Rover Challenge, evento organizado por la NASA.

Este robot aeroespacial no solo busca explorar el universo conocido, sino que, mientras tanto, pretende ser funcional en la Tierra, específicamente en el rubro minero, para resolver problemas relacionados a la exploración de zonas riesgosas antes de intervenirlas.

Su función es hacer perforaciones en un ambiente y extraer cilindros de tierra para analizar sus características, mediante un algoritmo de procesamiento de imágenes que lleva en su interior. De este modo, “puede determinar qué tipo de materiales hay en este suelo y utilizarlo en un estudio pedológico de tierra”, el cual es muy requerido en la minería, afirma Flores.

Equipo de estudiantes que conforman PUMII Perú. Foto: Facebook PUMII Perú.

Asimismo, posee algoritmos de reconstrucción 3D que analizan el entorno por el que va caminando el rover y, a través del diseño artificial, reconoce los lugares potenciales en los que podría ocurrir un deslizamiento de rocas.

La pandemia de coronavirus, no obstante, les impidió culminar la etapa de diseño, por lo que no pueden avanzar a la fase de prueba electrónica. La importación de los componentes y motores también ha sufrido un importante retraso, de modo que Pumii Perú sigue sin materializar el proyecto que los llevó tan lejos.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad de la Integración de las Américas (UNIDA), de Paraguay, institución que les asignó un presupuesto inamovible, el cual no puede invertirse mientras no se habiliten las importaciones. Finalmente, Arturo señala la necesidad de un investigador que los asesore, pues todos los reconocimientos que ha obtenido el equipo se originan de una iniciativa casi autodidacta.