La invasión de una nube de polvo del Sahara en el Océano Atlántico fue seguida desde el espacio por el satélite Suomi NPP entre el 13 y el 18 de junio con imágenes de polvo y aerosoles, los cuales penetraron hasta las Antillas y ahora llegan a México.
Un hecho que fue mostrado por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por su sigla en inglés) en modo animación, antes de que se extendiera a otros países de América como Estados Unidos, Cuba, Puerto Rico República Dominicana y Venezuela.
Colin Seftor, científico atmosférico en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, se pronunció en un comunicado sobre este fenómeno que genera preocupación por las elevadas concentraciones de arena.
“La animación muestra una enorme nube de polvo del Sahara que se formó a partir de fuertes corrientes ascendentes atmosféricas que luego fueron levantadas por los vientos predominantes hacia el oeste y ahora están soplando a través del Atlántico y, finalmente, sobre América del Norte y del Sur”, dijo.
Seftor añadió que el polvo del Sahara está siendo detectado por las mediciones del índice de aerosoles de los datos superpuestos sobre imágenes visibles del Viirs, una herramienta de la NASA para captarlas en infrarrojo.
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El 18 de junio de 2020, el instrumento Viirs a bordo del satélite Suomi NPP de la NASA-NOAA capturó una imagen visible del gran penacho marrón claro de polvo sahariano sobre el Océano Atlántico del Norte.
La imagen mostró que el polvo se había extendido a más de 3.000 kilómetros a través del océano Atlántico, casi hasta las Antillas Menores en la parte norte.
Como su nombre indica, el polvo del Sahara proviene del gigantesco desierto del Sahara, ubicado en la parte norte de África. Es el desierto cálido más grande del mundo. La gran nube de polvo que este año llega a América comenzó a observarse en la parte oeste del desierto.
Se trata de una masa de aire seco y lleno de partículas de arena que se forma sobre el desierto del Sahara entre el final de la primavera y principios de otoño en el hemisferio norte. Sin embargo, los expertos calculan que la actual nube tiene una de las mayores concentraciones de polvo de los últimos 50 años.
Normalmente, cientos de millones de toneladas de polvo se recogen de los desiertos de África y se transportan a través del Océano Atlántico cada año. Ese polvo ayuda a construir playas en el Caribe y fertiliza los suelos en el Amazonas. También puede afectar la calidad del aire en América del Norte y del Sur.
Varios países de la región caribeña comenzaron a verse afectados el pasado domingo por esta enorme nube de polvo del Sahara, lo que provocó que las autoridades locales advirtieran a sus ciudadanos de los riesgos, en especial a las personas con problemas respiratorios como asma.
Con información de Europa Press y EFE