En abril, en China se viralizaron las fotos de dos médicos recuperados de la COVID-19. Lo particular de dichas imágenes consistía en un antes y un después de cómo quedaron los galenos tras vencer al coronavirus.
Los doctores Yi Fan y Hu Weihen, del Hospital Central de Wuhan, tenían los rostros visiblemente oscurecidos. Según los especialistas, esto fue una consecuencia que el SARS-CoV-2 dejó en ambos.
Citados por el diario oficial Global Times, los expertos explicaron que, al parecer, los médicos sufrieron una disfunción hepática, lo cual provocó un aumento de sus niveles de pigmentación.
Agregaron que el hierro que entra en el cuerpo es metabolizado en el hígado. Sin embargo, si este órgano resultaba afectado, el hierro pasa a fluir por el sistema circulatorio, aumentando sus niveles en la sangre. De esta manera, al llegar a través de la circulación a la cara, podría aumentar “fácilmente” la pigmentación en esa zona de la piel.
Hu Weifeng era más grave. Estuvo en cama durante 99 días y su salud general era débil.
“Las disfunciones hepáticas a largo plazo causan anormalidades metabólicas y son propensas a producir un aumento de la pigmentación”, sostuvieron.
No obstante, se espera que ambos médicos recuperen sus colores de piel normales con el paso del tiempo.
Hu recuperó la capacidad de comunicarse con normalidad el 30 de marzo, mientras que Yi ya era capaz de levantarse de la cama y quedarse de pie sin ayuda el 3 de abril.
Según un estudio publicado a principios de marzo, en algunos casos moderados y graves de COVID-19, se detectaron anormalidades en el funcionamiento del hígado.
Con información de EFE.